Penya Barcelonista de Lisboa

dimecres, de gener 07, 2009

La luz viene de Messi


El Barça gana con inteligencia; no hay un solo minuto de los partidos en que el equipo pierda la constancia de que sólo jugando bien puede seguir tan en forma como hasta la fecha. En el campo no se aburre. Y su luz es Leo Messi.


Iluminados. Decía Pep Guardiola, en uno de esos comentarios sensatos a los que ha acostumbrado al fútbol español de ahora, que si con esta alineación de anoche ganaba el partido lo llamarían iluminado. Pues, iluminado. Le faltó decir (no lo puede decir: es sensato) que la luz, esa luz, viene de Leo Messi. Luis Alegre, escritor, amigo de Guardiola, y que suele leerle el pensamiento, me envió anoche un mensaje, cuando el jugador argentino marcó su tercer gol: "Messi as". Un juego de palabras: el futbolista, este periódico (AS) y el nombre propio más grande del fútbol actual. Un iluminado.
Perfección. Roza la perfecci esa belleza en el juego le viene de la seriedad con que lo practica. Por eso Messi no se distrae en el campo protestando la inexactitud con que se le enfrentan. Ante él, esas faltas con que intentan doblegarlo son tan solo inexactitudes del juego; no le afectan, y a veces, además, le hacen revolverse con una mayor inteligencia, aún. La perfección es uno de los aspectos de su juego, pero no es el único.
Belleza. A veces la perfección y la belleza no van juntas; en el caso de Messi se da la excepción: la perfección es uno de los factores de la belleza. Le ves venir, en esa reunión excepcional que hace con Alves, dispuesto a divertirse mareando al contrario, pero ocupado principalmente de su propio juego. Es curioso: a veces guarda la cabeza contra el pecho, pero de pronto la levanta, avanza en diagonal (antes del tercer gol), y sabe que ha de marcar. Y si no marca (esto sucedió, precisamente en ese tercer tanto) insiste hasta que acierta. Como si estuviera terminando un cuadro.
Empresa. Mientras veía el partido vino a casa una joven actriz educada en Alemania, Ana Pérez. Me dijo que se había hecho del Barça viéndolo jugar contra el Schalke 04. ¿Y por qué? "Porque es una empresa, juega como si fuera una empresa; lleva adelante su estrategia con la capacidad del que sabe cuál es su objetivo". La noche le dio la razón. En esa empresa hay un liderazgo claro; cuando se fue del campo Messi, y el auditorio le brindó la ovación que merece un maestro, la empresa siguió funcionando, porque a sus compañeros él les deja en herencia, siempre, la ambición de ser los mejores.
La clave. La luz es Messi, pero la clave es Guardiola; aunque tenga 35 años, el entrenador del Barça entiende aún la edad de Messi. Gestos como los que ha tenido Pepe con el futbolista argentino sólo pueden estar inspirados por la inteligencia fresca del que aún no se olvida de que los futbolistas son jóvenes cuyas ilusiones no están sólo en el cumplimiento de la burocracia sino en la revolución de sus anhelos. Messi no es un jugador cualquiera; pero de su extraordinaria calidad podía haberse hecho un futbolista cualquiera. Guardiola le ha ayudado en la excelencia.

Juan Cruz. Diario AS