Penya Barcelonista de Lisboa

dissabte, d’octubre 25, 2008

Barcelona 5 - Almería 0


La novena sinfonía de Guardiola
El Almería ha sido la siguiente víctima en la lista de este voraz Barça de Guardiola, que destroza a los rivales desde el pitido inicial y sentencia los partidos por la vía del K.O. Los de Gonzalo Arconada, borrados del campo, encajaron cinco goles en el primer tiempo de un choque que supuso la novena victoria seguida, entre Liga y Champions, para los azulgrana. Eto'o marcó tres goles en menos de media hora y ya suma nueve en ocho partidos de Liga.
Ya son nueve las victorias consecutivas del Barcelona entre Liga y Champions. Desde el empate ante el Racing, que siguió a la derrota en Soria y que hizo que el entorno azulgrana enarcara la ceja ante el nuevo proyecto de Guardiola. Pero esas dudas no sólo han quedado atrás sino que no conforman ya más que la prehistória de un equipo que crece a velocidad supersónica y que apabulla a sus rivales por la vía del K.O. Como ante Atlético y Basilea, el primer gol tardó menos de cinco minutos en llegar como pistoletazo de salida para otra primera parte memorable, con cinco goles y la sensación de que el rival no sólo se asusta sino que se paraliza literalmente ante la constante presión de un rival hambriento que cuando recupera el balón te somete a una tortura que termina en demolición absoluta. Así el Almería, un equipo muy bien dispuesto en el campo que marchaba sexto de la Liga con ocho goles encajados en siete partidos, parecía un sparring, casi un equipo amateur. Descompuesto, incapaz siquiera de hacer una falta más allá de una entrada brutal de Negredo a Márquez que supuso la expulsión del delantero, viva imagen de la impotencia de su equipo.
Eto'o rubrica el festín con un hat-trick
Guardiola esta vez optó por lo más parecido, contando con la baja de Keita, a su equipo tipo. Sin rotaciones plantó en el campo a todas sus estrellas. Y todas respondieron. Hay que dar crédito a un entrenador que parece estar recuperando incluso a jugadores como Abidal o Henry. Los dos franceses ocuparon la banda izquierda e hicieron un buen partido. El lateral muy concentrado, el extremo más saludable de lo habitual y autor del segundo gol tras embocar a placer una buena jugada en la que intervinieron Xavi, Iniesta y Messi, principales responsables del caudal de juego del Barcelona, un torrente que abre con bandas desbordantes (Messi y Alves por un lado, Henry y un Iniesta esta vez interior por otro) que triangulan con precisión artística y una velocidad endiablada bajo la batuta de Xavi, lanzadera y gestor de una caudal de fútbol literalmente espectacular. Por delante de todos ellos, Eto'o, proscrito en verano, parece haber recuperado su mejor nivel como abanderado de la primera línea de presión y como ejecutor insaciable. El camerunés marcó tres goles en menos de media hora y ya suma nueve en ocho partidos. Goles de delantero de área recogiendo todo torrente que fluye a su alrededor y condensándolo como un puño de hierro que más que noquear al rival, lo destruye. Su recuperación después de tener un pie fuera del equipo es otro aval del trabajo y la psicología de Guardiola.
La novena victoria se cerró antes del descanso con el quinto gol, obra de Alves, que lanzó una lejana y rasa que sorprendió a Diego Alves. El lateral brasileño también tenía hambre de gol, ganas de rubricar su mejora y su integración con el equipo; ganas de bailar samba para el público del Camp Nou. El Almería tocaba fondo desarbolado y con diez, sometida a la volunta de su rival e incapaz siquiera de suplicar clemencia a un rival tan escandalosamente superior.
Una segunda parte sin historia
Como era casi inevitable, el Barcelona bajó el ritmo en la reanudación. No rompió líneas ni perdió actitud. Siguió presionando y dominando, pero ya sin la ansiedad y la desmesura del primer tiempo. Con el partido cerrado, el Almería se asomó por las inmediaciones de Valdés y Gilherme remató al larguero. Poco trabajo más tuvo un portero que lleva tres partidos sin encajar ningún gol porque ahora parece que todo lo que chirriaba funciona con precisión japonesa y belleza voluptuosa. El rival no marca ni crea peligro y los goles, que se resistían en el arranque de temporada, caen en cascada por pura inercia.
Sin nada por decidir, el partido avanzó mansamente entre pinceladas de un Barça que se refrescó con Hleb y Bojan. Henry pudo marcar en una gran acción personal, Iniesta perdonó ante el portero porque buscó una filigrana similar a su genialidad en Bélgica y Eto'o rozó en la recta final su cuarto gol de la noche. Pero no hubo más y el Barça repite la manita que ya endosó al Basilea y se coloca como líder de Liga a la espera de lo que acontezca en el resto de la jornada. Un liderato de ley, por actitud y juego, a la espera de las batallas verdaderamente importantes que ya se aproximan para calibrar la verdadera medida de un equipo que asusta y que ha entrado en una
dinámica de triunfos y excelencia.