Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de maig 18, 2008

El final de la tortura


• El Barça cierra la temporada con una goleada intrascendente y se vuelca ahora en un nuevo proyecto

Todo se acaba, todo tiene un fin. Hasta la tortuosa y caótica temporada vivida por el Barça de los fantásticos, que le ha llevado triste y miserablemente a la perdición. A la derrota final tras dos temporadas desastrosas. Todo se acaba, incluso el Barça que fue de Ronaldinho --hace meses que ni se le ve-- y ahora ya pertenece a Pep Guardiola, el rostro de la ilusión. Ese Barça que hace dos años, tal día como hoy, estaba paseando por las calles de la ciudad con una reluciente Champions en el bus, goleó anoche al Murcia (3-5) en un partido casi de exhibición, con un Giovani estelar. En realidad, era lo poco, muy poco, que queda de aquel Barça. O sea, nada.Hasta Rijkaard, cansado de que le vayan despidiendo desde hace dos semanas, desde la humillación en el Bernabéu, ha decidido silenciar su boca. No habló ni antes de viajar a Murcia. Ni tampoco después, aunque también ayer colgaban pancartas de gratitud hacia su persona. No tiene ya Frank nada más qué decir. Joan Laporta, sí. Al presidente se le espera desde hace meses para que explique las causas del insólito y estrepitoso viaje que ha llevado al equipo de París hasta el suelo.

LAPORTA SE EXPLICA

Ayer, y pese a que inicialmente no estaba prevista su presencia, Laporta se sentó en el palco de la Nueva Condomina. Era el último día de Rijkaard y decidió que quería estar con él. Hoy, sin embargo, estará solo en el programa Gol a Gol de TV3 (22.25 h) para intentar explicar lo inexplicable. Ayer ganó el equipo un partido sin historia. Si acaso, comprobar que Messi, jugando de media punta, es una bendición para los delanteros. Si acaso, saber que Guardiola, cómodamente instalado en su casa,.tomó nota de las interesantes correrías de Giovanni, que le dedicó el fantástico 1-4 a Rijkaard. Antes, Etoo también miró al banquillo para saludar al técnico después de su gol.Mientras se sucedían los gestos de complicidades entre los jugadores y Rijkaard, en una prueba de que ese vínculo no se ha roto, el club trabaja para regenerar una plantilla que ha muerto víctima del aburguesamiento. Un grupo en el que las estrellas dejaron de ejercer como tales y el equipo se derrumbó hasta estallar. Esta noche, habla Laporta. "Se ha acabado un ciclo y las personas que estaban en él. Pero tenemos un grupo emergente de jugadores que nos pueden dar muchas alegrías", dijo ayer en La Sexta como adelanto.

"GENERAR ILUSIÓN"

En el momento más bajo de sus cinco años de mandato, erosionada su figura, destrozada su popularidad, el presidente intenta desesperadamente recuperar la credibilidad. También él, como el equipo, ha caído de París al suelo. ¿Llegará a tiempo Laporta de recuperar lo mucho que ha perdido? ¿Podrá Guardiola superar el desafío? ¿Cuánto dinero se sacará si se acaba vendiendo a Etoo? ¿Y por Ronaldinho? Muchas preguntas para un Laporta acosado. "Estamos trabajando para generar ilusión", dijo ayer Txiki Begiristain, el secretario técnico, mientras el club confía en acelerar las contrataciones de los sevillistas Alves y Keita junto a Piqué, el central del Manchester United.Faltan más caras nuevas para cambiar el rostro de un equipo que se ha hecho viejo en dos años. Y no por la edad ni por la calidad sino por la mentalidad. Anoche, mientras Rijkaard sonreía apaciblemente con los goles de Giovani, como un padre feliz con su hijo, el Barça cerraba un ciclo. Un ciclo que fue hermoso e inolvidable en sus inicios (dos Ligas y una Champions) y concluyó con un prematuro y vergonzoso final. Ahora, es tiempo de que Laporta asuma los errores y que Guardiola levante al Barça del suelo.