Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de maig 18, 2008

ANOCHE TERMINÓ EL CICLO DE ESTE BARÇA. ES HORA DE TOMAR DECISIONES, LIMPIAR


Colorín, colorado... la farsa ha acabado

Se acabó la segunda Liga UNICEF. Tras dos años de tempestuosos y rotundos fracasos, el FC Barcelona afronta el futuro con incertidumbre. La que provoca la descomposición de la actual plantilla y la que se deriva de la ansiedad por construir un nuevo proyecto, en torno a Guardiola y Messi, con el que se sepulten los vicios del pasado.El Barça UNICEF ha sido, en los dos ultimos años, la mayor ONG futbolística del planeta. Lo ha regalado todo. Lo ha tirado todo. Y lo que es peor, ha resucitado al enemigo, cuando éste ya necesitaba respiración asistida. No hay palabras para explicar según qué sentimientos. Decepción, fraude, indignación, burla... El barcelonismo no puede sentir orgullo de unos futbolistas que no se han comportado como hombres, sino como niños consentidos, que han echado por la borda las ilusiones de una afición que siempre ha estado al lado de los suyos, hasta que éstos le han reventado la paciencia con su falta de profesionalidad, desidia y egoismo. Han convertido al campeón de Europa 2006, en el hazmereír de sus oponentes. Y eso, amigos, eso no tiene fácil perdón.Ni para algunos de estos futbolistas, ni para quienes tenían que haber llevado el mando y tampoco cumplieron. A unos tienen que echarlos del club los directivos. Y a éstos, puede que el socio también les enseñe el camino de la puerta. Todo es posible si la moción de censura prospera.Pero a falta de esta solución, está claro que Laporta y sus colaboradores tienen que decidir con el coraje que les faltó en el pasado y acabar con la actual dinámica. El ciclo de este equipo terminó antes de tiempo, pero no se dieron, o no quisieron darse cuenta de ello cuando sucedió.Ahora, jugadores que en su día fueron buque insignia del equipo blaugrana, urge que abandonen el club. El caso más paradigmático es el de Ronaldinho. Elegido para la gloria, reconocido como el mejor futbolista del mundo, ídolo del barcelonismo, ha protagonizado una de las caídas más espeluznantes de la historia.Nadie tiene más culpa que él en todo lo que le sucede. Su simpatía sólo es comparable a la inconsciencia con la que vive. Llegó a creerse indestructible pero algún día se dará cuenta de que también es humano y que su cuerpo se resiente ante el castigo de quien no lo cuida.Otro que no debe seguir es Deco. No ha acaparado la atención mediática de Ronaldinho, pero sus dos últimas campañas no tienen justificación. Su rendimiento en el campo ha sido nulo. Su ascendente en el vestuario, rotundamente negativo. Y sus declaraciones, las de alguien que se siente más importante que el club que le paga. Y de eso nada.Como Eto’o. Por la boca muere el pez y el camerunés, queriendo ser tiburón, no ha pasado de sardina. Nadie discute su entrega. Pero no se puede dinamitar un vestuario por interés personal. De Márquez, sólo podemos considerar que si permanece en el club por la lesión de Milito, será otro mal negocio. Al mejicano le ha faltado compromiso e implicación. Lleva dos años viviendo al hilo del puente aéreo y eso es intolerable. Edmilson y Thuram ya tienen las maletas hechas. Zambrotta podría hacerlo pronto, como Gudjohnsen. Incluso Abidal, otra decepción como la de Henry. A los franceses sólo les salva haber jugado su primer año en el club. Nada más.A este ciclo, únicamente le falta el sepelio. Han sido dos años de tomadura de pelo. De farsa. A Laporta le toca ahora asumir lo de ‘colorín, colorado, este cuento se ha acabado’.