Penya Barcelonista de Lisboa

dissabte, de novembre 10, 2007

2-0: Sin amor propio


2-0: Sin amor propio

No fue un 4-0 del pasado año en la Copa pero la actitud del Barça en el Coliseum Alfonso Pérez ha recordado el partido del ejercicio pasado. Como ha sucedido este año lejos del Camp Nou, los de Rijkaard se han mostrado inoperantes, indolentes e incapaces de superar a un rival que le puso más ganas y aprovechó una de sus contadas ocasiones.
El gol de Manu mediada la primera parte, después de una jugada de estrategia, hizo justicia a los méritos de uno y otro. Los primeros minutos del choque ya intuyeron lo que sería el partido del Barça. El 'Geta', más enchufado, iba a por todos los balones, buscaba los rechaces y las segundas jugadas ante un equipo desganado.
El único rayo para la esperanza llegó en una acción aislada, la única de peligro de los azulgranas en 90 minutos. Fue en una gran acción de Iniesta, que se fue de dos marcadores y profundizó sobre Henry pero el galo no acertó ante la salida del Pato. A partir de ahí, el abismo más absoluto.
El Getafe, que había avisado en una acción de Uche, abrió el marcador en una jugada de estrategia donde Manu aprovechó la indecisión de la zaga. Era el 1-0. Se esperaba entonces la reacción azulgrana pero Ronnie, Messi y Henry estuvieron ausentes y la zaga azulona se dedicó a aguantar sin problemas el marcador hasta el descanso.
Paupérrima segunda mitad
Ni la visita a los vestuarios mejoró al Barça tras el descanso. Ni un sólo chut entre los tres palos dejan claro que los azulgranas, el equipo de las dos caras, bajan muchísimos enteros lejos del Camp Nou. Ronaldinho, que recibió una dura entrada en la primera mitad, era sustituído por Giovani. El mexicano no mejoró al brasileño. Tampoco lo hizo Bojan, quien entró por Messi, en un cambio de Rijkaard que demostraba la impotencia ante un resultado adverso.
El Getafe, que no perdió nunca la compostura, tuvo alguna ocasión a la contra gracias a la velocidad de Uche. En la recta final, el desquicio azulgrana se plasmó en una dura entra de Zambrotta que vio la roja directa. Se consumaba una nueva derrota fuera y Albin, a dos minutos para el final, la certificó en una jugada donde Uche peleó hasta el final. Algo que el Barça de lejos del Camp Nou parece haber olvidado como ingrediente básico para ganar los partidos.