Queremos un Deco incuestionable

Queremos un Deco incuestionable

Lluís Mascaró/ Diari Sport

Siempre decimos que Ronaldinho ha sido el futbolista que ha cambiado la historia del Barça. Pero los títulos no llegaron hasta que se montó un equipo alrededor del número uno del mundo. Y las piezas claves que faltaban en el puzzle para ganar dos Ligas y una Champions fueron Deco y Eto’o. Deportivamente hablando, cada uno era de un padre y de una madre diferentes, pero juntos, en el campo, unieron sus fuerzas y su calidad para llevar al conjunto blaugrana a la cima del fútbol mundial. Ronaldinho ponía la magia, Eto’o los goles y Deco la consistencia y el orden en la gran batalla del centro del campo. En esa zona, su jerarquía fue indiscutible durante dos años. Hasta que llegó el eclipse físico y mental... Deco pasó de ser imprescindible a sustituible. E incluso, con la evolución definitiva de Iniesta, se convirtió en sustituto. La directiva llegó a plantearse, durante el periodo estival, ponerle en el mercado. Hubo un intenso debate en el club en el que nunca se puso en duda el nivel futbolístico del luso-brasileño, pero sí su actitud a lo largo de la temporada. Finalmente, la escoba de la limpieza le pasó rozando y se mantuvo en el vestuario. Ahora parece que ha visto de nuevo la luz y, aunque ha medio amenazado con irse si no era titular, ha vuelto a demostrar que, si quiere, puede ser un jugador sin recambio en el panorama internacional. Y es que la mejor versión de Deco es absolutamente incuestionable.Si el Barça consigue recuperar a ese futbolista líder, con personalidad en el campo y comprometido con el proyecto, se habrá dado un gran paso hacia la normalización del equipo tras una temporada de desestabilización, errores y decepciones. Deco continúa teniendo el potencial futbolístico y humano para capitanear la reconstrucción. El único problema es que Rijkaard tendrá que sacrificar en muchos partidos a Iniesta o a Xavi. Porque lo que ha quedado claro es que Touré es un puntal intocable.