Penya Barcelonista de Lisboa

dijous, d’agost 23, 2007

LA ENTREVISTA CON JOHAN CRUYFF


"Si cada uno se pone delante del espejo, sabe lo que ha hecho mal"

Johan Cruyff nunca pierde al Barça de vista y esa mirada tiene un valor especial. A partir de esta primera jornada y durante toda la temporada, el autor del dream team analizará la Liga cada lunes en las páginas de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA. Para empezar, el extécnico ofrece una primera impresión del equipo azulgrana en la que destila optimismo.

--¿Qué le parece el Barça?

--Lo primero donde yo miro es la delantera, que es lo que más me gusta, y ahí ves dos cosas importantes: mucha calidad y mucha competencia. No hay ninguna razón por que alguno de los cuatro tenga que jugar, ninguna obligación, ninguna necesidad. Si les añades a Bojan y Giovanni, puedes decir que tienes como mínimo cuatro jugadores y medio para poder jugar. Así que nadie de antemano puede decir que uno de estos no juega. Cualquiera puede hacerlo. Si alguien no está bien o no va al 100%, que juegue otro. Nadie es imprescindible.--Pero es inevitable que la gente esté pendiente de quién juega y quién se queda en el banquillo. Usted ya vivió una situación similar cuando solo podían jugar tres extranjeros y no es fácil manejarla.--Tú no has de estar pendiente de esas cosas. Has de pensar en lo mejor para el equipo y, además, la temporada es muy larga. Hay tiempo para todos. La Liga no se gana en el primer partido, se gana en el último. O, bueno, en el penúltimo, como pudo hacer el Barça contra el Espanyol.

--Parece que tener a cuatro futbolistas como estos sea un problema y que sea obligado que jueguen los cuatro, aunque para ello haya que cambiar el sistema.

--La estructura del equipo no hay que tocarla, hay que mantener las rutinas, las funciones. El sistema ha de ser fijo, así que cualquiera que entre en el centro del campo sepa lo que tiene que hacer. Hay dos partidos por semana, y entre sanciones y lesiones, igual hay días que solo tienes dos para jugar, y no puedes ir cambiando el sistema. Se habla de una estructura del equipo porque siempre es el equipo el que gana, nunca es un jugador solo. Por muy estrella que sea. Entonces el equipo tiene que ser muy fuerte y sobre todo ir como un conjunto. De la otra manera, puedes ganar partidos, pero a la larga, llevas las de perder.

--También hace un año el Barça parecía el más fuerte y, después, acabó sin ganar nada.

--Eso es cierto. Había la sensación de que cuando el Barça quisiera, podría. Pero no fue así. Cuando las cosas van mal, nunca hay una sola explicación. Todo influye. Hablando de cuestiones futbolísticas, está el ejemplo de Giuly. Cuando jugaba, iba siempre en profundidad, alargaba el campo y creaba espacio para los demás. Si no tienes jugadores diferentes, los rivales defienden muy cómodos ya que lo hacen en espacios pequeños. Eso es bastante fácil. Henry, por ejemplo, creo que puede ayudar a cambiar esto.

¿Por qué?

Porque Henry tiene profundidad, velocidad; Etoo, también. Pero ha de intentar buscar más profundidad. Así amenazas de verdad y creas espacio en el centro del campo.

--Los problemas del Barça no solo fueron futbolísticos. También tuvo mucho que ver lo que pasó fuera del campo.

--Todo el mundo ha aprendido de la experiencia de la pasada temporada. Frank escogió una vía, que se identifica con la autogestión del vestuario, pero en esta vida hay que estar siempre atento y todavía más si quieres funcionar de esta manera. Si das mucha libertad también has de exigir más responsabilidad.

--Rijkaard fue muy duro consigo mismo al acabar la temporada y se responsabilizó del fracaso. ¿Cómo ve su papel ahora? ¿Cree que va a cambiar su actitud? ¿Cree que todos han aprendido la lección?

--Tengo la esperanza de que si alguien, cualquiera, ha subido tanto, como lo hizo este equipo después de ganar la Liga y la Champions, y después lo has pasado tan mal, con golpes de todo tipo y en todas partes, lo lógico es que les haya servido de lección y no quieran volver a pasar por eso. Ahora, hay que esperar. Hay que ver cómo reaccionan, qué hace cada uno y, en función de eso, tomar decisiones. Y no solo para Rijkaard, eso vale para todos. La cabeza es más importante que los pies. Tú puedes hacer grandes cosas con los pies, pero si no piensas lo que puedes hacer y lo que no puedes hacer, vamos mal.

--¿Hay alguna solución?

--Hay que esperar que cada uno saque el orgullo. No hace falta decir en qué has fallado. Cada uno sabe lo que hecho bien y lo que ha hecho mal. Y si hay alguien que no lo sabe, lo mejor que podías hacer es despedirlo. Ahora, es cuestión de mirar quién cumple y quién no cumple, y eso vale para todos y en todos los sentidos. No solo cuenta lo que ve en el campo. Es el comportamiento, el día a día, son los entrenamientos, el trabajo, la relación cotidiana con los compañeros, el ejemplo que des a los jóvenes... Muchas cosas.

--Pero la mayoría de los protagonistas siguen en el equipo.

--Si decimos que todo el fracaso de la pasada temporada es culpa de uno, es fácil: lo echas y se acabó el problema. Pero no es tan simple. Todos son un poco responsables y no puedes echarlos. Si todo el mundo es honesto consigo mismo y se pone delante del espejo, sabe en qué ha fallado. No hace falta ni decirlo. Y, luego, cada uno también sabe su posición dentro del club, dentro de la plantilla, y cuál es su responsabilidad. Hay gente que tiene que ejercer más control sobre sus compañeros porque son jóvenes y aún tienen que aprender mucho. Muchos piensan que como son buenos jugadores ya lo saben todo. Pues no. Eso es una grave equivocación.

--¿Por qué?

--Por algo muy simple. En el fondo, si eres tan bueno, has tenido pocas cosas en contra. Todo te ha ido bien en la vida. Y, en realidad, sabes poco de lo malo. Has aprendido poco. Es parte de la vida. Ahora todo el mundo ya ha pasado la mala experiencia de la pasada temporada. Algunos, además, tienen más responsabilidad porque son el entrenador, los mejores jugadores, los capitanes... Son ellos los que deben estar más atentos que nadie.

--Al menos, el Barça tomó nota de sus errores y actuó con urgencia para reforzar el equipo. En el Madrid, todo parece improvisado.

--El Madrid es una incógnita. Nadie sabe muy bién qué va a pasar y si ves que todavía están haciendo fichajes, es un signo de que no están muy seguros. Están diciendo que todavía les falta algo. En eso, es muy diferente a lo que ha hecho el Barça. Acabó la Liga y en muy poco tiempo, ya tenía lo que quería. Quiere decir dos cosas: que Txiki y la gente que está con él ya había hecho el trabajo y que, ganando o perdiendo, sabían lo que el equipo necesitaba.

--¿Y el cambio de Capello por Schuster?

--Con Capello, el Madrid consiguió lo que necesitaba: ganar. Pero antes de ficharlo, todo el mundo sabía cuál era su estilo. Ahora han dicho: hemos ganado, pero esto no nos gusta, así que vamos a cambiar. Es una decisión fuerte pero, si lo miras de esa manera, lógica. Y merece respeto porque no es fácil. Si solo piensas en cuestiones técnicas, está bien hecho. Otra cosa es que funcione.