Expectante Deco
Expectante Deco
Joan Laporta, el presidente del Barça, dejó dos cosas claras 48 horas después de perder la Liga: dijo que Ronaldinho y Eto'o se quedaban en el Camp Nou. Pero ¿Deco? ¿Qué pasaba con Deco? Laporta mantuvo entonces una calculada ambigüedad respecto al portugués al afirmar que la lista de altas y bajas se daría a conocer en su momento. Íntimo amigo del gaúcho, muchos pensaron que el club quería traspasar a Deco, hasta entonces intocable, para saldar cuentas con el curso anterior. Pero el técnico, Frank Rijkaard, quiso que siguiera y Laporta ha repetido después mil veces que Deco no está en venta. Pero ayer el luso dijo que, si ve que no juega, tendrá que buscarse otro conjunto.
"El club dice que no vende y el entrenador que cuenta conmigo. Así que no hay discusión", dijo el centrocampista tras el ensayo del Barça, que ayer voló a Múnich para jugar hoy ante el Bayern. Pero el portugués es consciente de algo. Rijkaard no le alineó como titular en los dos amistosos de Escocia al apostar por Iniesta y Xavi junto a Touré como mediocentro. Y luego ya no jugó en Asia porque horas después de llegar a Pekín se marchó a Brasil al nacer su cuarto hijo.
Deco está de momento fuera del equipo titular y ayer, cuando se le planteó si soportaría no jugar, respondió: "Vamos a ver, depende. Si las cosas siguen así, si veo que no tengo sitio aquí, me buscaré otro sitio. Pero, de momento, no lo veo así. Tengo que trabajar y luchar como todos. Estamos hablando de suposiciones, de cosas que pueden pasar. Eso no es lo más importante ahora".
Fichado en 2004 procedente del Oporto, Deco cuajó una gran temporada en la primera Liga ganada por Rijkaard y se apagó en la tercera. Pese a todo, el holandés siempre ha confiado en este espléndido centrocampista, con fuerte personalidad y un peso pesado en el vestuario. Quienes le conocen dicen que asumió un papel crucial en el desenlace de la crisis provocada por Eto'o, que es un consejero del capitán, Puyol, y que contribuye a cohesionar al grupo. Nada diplomático, fue de los pocos que replicó con dureza a Laporta cuando acusó a algunos jugadores de haber sido poco profesionales tras perder la Liga. "Eso no es cierto. Hablar de la vida privada es fácil, peligroso y feo porque se siembran dudas", dijo Deco, que se vio en el disparadero.
Laporta y Rijkaard dicen que le quieren, pero cada palabra del portugués abre un mundo de suposiciones. Hace días elogió a José Mourinho, el técnico del Chelsea, y ayer aclaró: "No fue un guiño al Chelsea. Dije que era un gran entrenador como lo digo de Scolari o lo diré de Rijkaard si un día me voy de aquí".
Fichado en 2004 procedente del Oporto, Deco cuajó una gran temporada en la primera Liga ganada por Rijkaard y se apagó en la tercera. Pese a todo, el holandés siempre ha confiado en este espléndido centrocampista, con fuerte personalidad y un peso pesado en el vestuario. Quienes le conocen dicen que asumió un papel crucial en el desenlace de la crisis provocada por Eto'o, que es un consejero del capitán, Puyol, y que contribuye a cohesionar al grupo. Nada diplomático, fue de los pocos que replicó con dureza a Laporta cuando acusó a algunos jugadores de haber sido poco profesionales tras perder la Liga. "Eso no es cierto. Hablar de la vida privada es fácil, peligroso y feo porque se siembran dudas", dijo Deco, que se vio en el disparadero.
Laporta y Rijkaard dicen que le quieren, pero cada palabra del portugués abre un mundo de suposiciones. Hace días elogió a José Mourinho, el técnico del Chelsea, y ayer aclaró: "No fue un guiño al Chelsea. Dije que era un gran entrenador como lo digo de Scolari o lo diré de Rijkaard si un día me voy de aquí".
Y explicó así por qué ha disfrutado de diez días de permiso cuando Messi, Milito y Márquez ya se entrenaban en Barcelona mientras sus compañeros estaban en Asia: "Sólo han sido seis. Críticas siempre habrá. Si no hubiera viajado, habrían dicho que soy un mal padre".
Rijkaard sabe que tendrá una papeleta a la hora de descartar a uno de los cuatro fantásticos (Ronaldinho, Eto'o, Messi y Henry), pero también la tendrá con Deco porque la figura del mediocentro, Touré, es intocable. Los tiempos de jugar con Xavi, Iniesta y el luso han pasado a mejor vida. "No me da miedo esta situación. Si no, no saldría de casa. Nadie me ha regalado nada. Cuando he jugado es porque me lo he ganado", apuntó Deco.
Rijkaard sabe que tendrá una papeleta a la hora de descartar a uno de los cuatro fantásticos (Ronaldinho, Eto'o, Messi y Henry), pero también la tendrá con Deco porque la figura del mediocentro, Touré, es intocable. Los tiempos de jugar con Xavi, Iniesta y el luso han pasado a mejor vida. "No me da miedo esta situación. Si no, no saldría de casa. Nadie me ha regalado nada. Cuando he jugado es porque me lo he ganado", apuntó Deco.
Con otros jugadores, Rijkaard tendrá menos problemas: ayer dejó en casa a Ezquerro, Motta y Maxi López, en venta. Belletti viajó, pero, consciente de que no tendrá muchos minutos, dijo que el club y su agente atienden ofertas.
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