PASIÓN POR EL BARÇA
PASIÓN POR EL BARÇA
El tifón 'Pabuk' que el Barça despertó en Hong Kong se transformó ayer en la Ciudad Condal en una enorme avalancha de... ¡gente! Más de mil aficionados se congregaron a las puertas de La Masia en la tarde de ayer para poder ver en directo la sesión de entrenamiento del Barça de Frank Rijkaard y los 'cuatro magníficos'.
Era la primera vez que Ronaldinho, Eto'o, Henry y Messi entrenaban juntos y nadie quería perdérselo. De la decepcionante temporada pasada del equipo no queda ni rastro en la mente de los culés. Los fichajes de Henry, Milito, Abidal y Touré Yaya han devuelto la ilusión a la afición en dosis industriales. Todo el mundo coincide en que este Barça presenta a priori la mejor plantilla de su historia y los aficionados quieren saborearla desde el primer día, aunque sea en un entrenamiento. La gran presentación del equipo, prevista para el Gamper el próximo día 29 de agosto, queda aún demasiado lejos y la afición no quiere esperar tanto para ver a los cracks.
Fue tal la locura que se vivió ayer por la tarde en la sesión de trabajo de los de Rijkaard –los más viejos del lugar admiten que nunca habían visto tanto gentío en un entrenamiento realizado en La Masia–, que incluso los miembros de seguridad del club se vieron obligados a llamar a la Guardia Urbana para que regulara el tráfico en la calle. Antes de que diera inicio la sesión, la multitud se concentró en la barrera por donde los vehículos de los jugadores acceden al campo y dificultó mucho su entrada.
Colgados hasta en las vallas
Afortunadamente no hubo que lamentar ningún herido, pero lo vivido ayer en La Masia rozó la tragedia. Cuando los miembros de seguridad abrieron las puertas para que los aficionados accedieran a ver el entrenamiento se formó una enorme avalancha. La gente entró a la carrera –se pudo ver a algún padre inconsciente corriendo con su hija colgada al cuello– y más de uno llegó a perder el calzado. Fue tanta la gente quellegó a acumularse en pocos minutos en un espacio de no más de 100 x 5 metros que los que estaban delante de todo, entre ellos varios niños pequeños, tuvieron que ser rescatados porque se quedaban sin aire.
Ante aquella complicada situación, y en vistas de que cada vez eran más los seguidores que iban entrando, la seguridad del club tuvo que buscar un plan alternativo para ganar más espacio con el fin de que la gente cupiera sin temer por su salud. Doce miembros de vigilancia, varios más de los habituales, se encargaron de controlar que los aficionados no saltaran la improvisada cinta de plástico que servía para delimitar su espacio.
En el otro lado del campo de entrenamiento, en la calle que da a la Maternidad, una treintena de jóvenes llegaron a escalar la valla –de unos 20 metros de altura– para divisar desde las alturas todos los movimientos de los jugadores de Rijkaard.
Entre el enorme gentío hubo muchos extranjeros, que aprovechando sus vacaciones en Barcelona no quisieron dejar pasar la ocasión de presenciar el entrenamiento con todos los cracks azulgrana. Brasileños, mexicanos, italianos y franceses se encargaron de corear el nombre de sus paisanos que visten de azulgrana. Ronaldinho, Messi, Henry, Eto'o, Márquez e incluso Giovani despertaron el mayor interés entre los asistentes
Sylvinho y Gudjohnsen se entrenan a parte
Sylvinho y Gudjohnsen se entrenaron aparte del grupo. El lateral brasileño arrastraba molestias por una sobrecarga en el gemelo izquierdo y estuvo ejercitándose suavemente junto a Josep Anton Pozanco. Mientras, 'Guddy', convaleciente de una lesión en su rodilla izquierda, trabajó con Juanjo Brau
Era la primera vez que Ronaldinho, Eto'o, Henry y Messi entrenaban juntos y nadie quería perdérselo. De la decepcionante temporada pasada del equipo no queda ni rastro en la mente de los culés. Los fichajes de Henry, Milito, Abidal y Touré Yaya han devuelto la ilusión a la afición en dosis industriales. Todo el mundo coincide en que este Barça presenta a priori la mejor plantilla de su historia y los aficionados quieren saborearla desde el primer día, aunque sea en un entrenamiento. La gran presentación del equipo, prevista para el Gamper el próximo día 29 de agosto, queda aún demasiado lejos y la afición no quiere esperar tanto para ver a los cracks.
Fue tal la locura que se vivió ayer por la tarde en la sesión de trabajo de los de Rijkaard –los más viejos del lugar admiten que nunca habían visto tanto gentío en un entrenamiento realizado en La Masia–, que incluso los miembros de seguridad del club se vieron obligados a llamar a la Guardia Urbana para que regulara el tráfico en la calle. Antes de que diera inicio la sesión, la multitud se concentró en la barrera por donde los vehículos de los jugadores acceden al campo y dificultó mucho su entrada.
Colgados hasta en las vallas
Afortunadamente no hubo que lamentar ningún herido, pero lo vivido ayer en La Masia rozó la tragedia. Cuando los miembros de seguridad abrieron las puertas para que los aficionados accedieran a ver el entrenamiento se formó una enorme avalancha. La gente entró a la carrera –se pudo ver a algún padre inconsciente corriendo con su hija colgada al cuello– y más de uno llegó a perder el calzado. Fue tanta la gente quellegó a acumularse en pocos minutos en un espacio de no más de 100 x 5 metros que los que estaban delante de todo, entre ellos varios niños pequeños, tuvieron que ser rescatados porque se quedaban sin aire.
Ante aquella complicada situación, y en vistas de que cada vez eran más los seguidores que iban entrando, la seguridad del club tuvo que buscar un plan alternativo para ganar más espacio con el fin de que la gente cupiera sin temer por su salud. Doce miembros de vigilancia, varios más de los habituales, se encargaron de controlar que los aficionados no saltaran la improvisada cinta de plástico que servía para delimitar su espacio.
En el otro lado del campo de entrenamiento, en la calle que da a la Maternidad, una treintena de jóvenes llegaron a escalar la valla –de unos 20 metros de altura– para divisar desde las alturas todos los movimientos de los jugadores de Rijkaard.
Entre el enorme gentío hubo muchos extranjeros, que aprovechando sus vacaciones en Barcelona no quisieron dejar pasar la ocasión de presenciar el entrenamiento con todos los cracks azulgrana. Brasileños, mexicanos, italianos y franceses se encargaron de corear el nombre de sus paisanos que visten de azulgrana. Ronaldinho, Messi, Henry, Eto'o, Márquez e incluso Giovani despertaron el mayor interés entre los asistentes
Sylvinho y Gudjohnsen se entrenan a parte
Sylvinho y Gudjohnsen se entrenaron aparte del grupo. El lateral brasileño arrastraba molestias por una sobrecarga en el gemelo izquierdo y estuvo ejercitándose suavemente junto a Josep Anton Pozanco. Mientras, 'Guddy', convaleciente de una lesión en su rodilla izquierda, trabajó con Juanjo Brau
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