Renovación ejecutada

Renovación ejecutada

El barcelonismo no ha olvidado los disgustos de la reciente campaña 2006-07 pero vuelve a soñar con ganar títulos

En apenas tres semanas, el FC Barcelona ha sabido romper la dinámica negativa que dejó en la afición la pérdida del campeonato de Liga tras una campaña llamada a ser histórica y que acabó siendo para olvidar.

La afición, pese a que no ha olvidado lo mal que lo pasó durante el curso 2006-07, ha recuperado la ilusión para la campaña 2007-08.El cambio, en el estado de ánimo se debe, sin duda, a la rapidez con la que el club ha buscado soluciones.

Muchos han interpretado la velocidad con la que se ha contratado a Henry, Abidal y Touré como una espectacular cortina de humo para ocultar las decepciones. Puede que sea así, pero también es evidente que un despliegue tan eficaz en tan corto espacio de tiempo sólo se puede llevar a cabo si ya se tiene muy clara la estrategia a seguir y se han dado los primeros pasos para cerrar estas operaciones. El Barça ya tenía sus planes a punto antes del 17 de junio, cuando se decidió la Liga en el Nou Estadi de Tarragona.

Así, veinte días le han bastado para completar prácticamente su ‘plan renove’ en el capítulo de contrataciones.

Quedan pendientes unos flecos en el fichaje de Gaby Milito. Pero a partir de la próxima semana, Txiki Begiristain y Ferran Soriano habrán cumplido con las peticiones de Frank Rijkaard para reforzar la plantilla.

Por tanto, podrán dedicar el resto del verano a vigilar el mercado por si se pone a tiro algún futbolista interesante, pero siempre en función de cómo se soluciona el apartado de las salidas.Por ahora, Gio van Bronckhorst y Javier Saviola son los únicos que han confirmado su marcha; Maxi López ya tiene un pie en el Sporting de Lisboa y se buscan soluciones para Ludovic Giuly, Santi Ezquerro y Thiago Motta.

Los refuerzos han llegado a todas las líneas y a todas las ‘clases sociales’: alta, media y baja con lo que la calidad y la competencia vuelven a estar garantizadas.

Vuelve la ilusión apenas tres semanas después de la victoria más amarga La manera como el Barça cerró la Liga es el paradigma de lo que ha sido la campaña 2006-07: con una goleada inútil que mantuvo en vilo a la afición hasta el último momento para comprobar que a final se escapaba otro título. La decepción de los aficionados fue inmensa y desencadenó las primeras críticas serias a la gestión deportiva en la ‘era Laporta’.

El club demostró tener las cosas bastante claras y después de asumir que se habían cometido errores graves en todos los estamentos de la entidad se puso manos a la obra para revertir la situación de cara a la próxima temporada con cuatro fichajes de primera línea.