Penya Barcelonista de Lisboa

divendres, de juny 29, 2007

La escuela francesa releva al 'Barçajax'


La escuela francesa releva al 'Barçajax'
El plantel azulgrana, con cuatro jugadores galos, se queda sin holandeses por primera vez en 10 años

Un 13 de abril de 1999, en el campo del Tenerife, Louis Van Gaal alineó un equipo con siete jugadores holandeses. Era el Barça pero empezó a ser conocido como el Barçajax porque, además de holandeses, muchos provenían del club de Amsterdam, tres años antes campeón de Europa. Aquella situación despertó muchas suspicacias en la afición del Barcelona e incluso entre muchos de sus jugadores, recelosos del enorme peso adquirido por los holandeses en la plantilla. Hasta ocho se contaron aquella temporada y la siguiente. Fue el punto de máximo esplendor holandés en el fútbol azulgrana. Pero no se entiende el Barça de los últimos 30 años sin la presencia holandesa, desde que Rinus Michels como entrenador en 1971 y Johan Cruyff como jugador en 1973 recalaron en la ciudad condal. Los lazos se acaban de romper con el adiós de Gio Van Bronckhorst, que ha decidido regresar al Feyenoord.

El entrenador del Barça, Frank Rijkaard, continúa siendo holandés, pero ya no habrá ningún futbolista de ese país en la plantilla, situación que no se había producido en las últimas 10 temporadas. Ahora, el Barça se ha fijado en la escuela francesa. A Thuram y Giuly, aunque éste negocia su traspaso, se han unido Henry y Abidal. Curiosamente, la referencia del Ajax ha sido sustituida por la del Mónaco, club en el que militaron en su día Thuram, Henry, Giuly y también el mexicano Márquez, y del que proviene el marfileño Touré.
Van Gaal, tras una derrota del Barça en el campo del Newcastle, manifestó: "Al jugador español le falta el sentido táctico y la disciplina del holandés". Cruyff, que nunca ha comulgado con el ideario de su compatriota, le rebatió: "No se trata de la procedencia de los jugadores. Ni aquí, ni en el Ajax. No se parece en nada su sistema al mío. Está jugando más al contraataque que al ataque". Y abundó en las diferencias subrayando que cuando él fue entrenador del Barcelona el equipo acabó con 10 jugadores de la cantera azulgrana. "Si cuando yo estaba en el Ajax hubiera tenido a ocho jugadores españoles", afirmó Cruyff, "también les tendríamos manía. No quiero decir que esté contra los extranjeros. Yo fui extranjero en el Barcelona. Pero si hay demasiados y su calidad es discutible, entras en una dinámica negativa".
Curiosamente, ya en 1998, el propio Van Gaal elogió también a los jugadores franceses. "Sólo como un equipo se puede ganar", arengó a sus pupilos azulgrana durante un entrenamiento. "La referencia es Francia. Sus jugadores no tienen el mismo nivel técnico que los integrantes de Brasil, pero ganaron el Mundial. ¿Por qué? Porque jugó como un equipo y los brasileños no". El triunfo de Francia en aquel Mundial tuvo continuidad y, pese a su derrota en la final del último, sus jugadores han demostrado una altísima calidad. Sin embargo, y pese a la vecindad, la historia de los jugadores franceses, además de corta, no ha sido brillante en el Camp Nou. Hasta el punto de que ha llegado a hablarse de la maldición francesa. Lucien Müller al margen, el Barça no empezó a fichar franceses hasta que Cruyff se fijó en Laurent Blanc en 1996. Pero su experiencia fue corta, tanto como la de otros compatriotas que le sucedieron en el Camp Nou, casos de Dugarry, Déhu, Dutruel y Christanval.
Ahora llega Henry, prototipo del jugador surgido de las magníficas escuelas del fútbol francés. En su caso, a los 14 años, tras sus primeros pasos en Viry-Chatillon, fue captado por la prestigiosa academia de Clairfontaine, de la Federación Francesa, antes de ser reclutado, cuando tenía 16 años, por Arsène Wenger para un club como el Mónaco, que también puede presumir de uno de los centros de formación de jugadores más importante de Europa. Allí coincidió con Thuram, con el que se reencuentra ahora. También le espera Rijkaard, un entrenador que ha demostrado que muy por encima de un patriotismo mal entendido, está el gusto por el buen fútbol y por los buenos jugadores. Y Francia, en este sentido, ha desplazado a Holanda. En el Barça se hablará mucho más el francés que el holandés el próximo curso.