Los puntos flacos del Werder de Thomas Schaaf
Los puntos flacos del Werder de Thomas Schaaf
Los laterales Fritz y sobre todo Womé sufren lapsus que derivan en cesiones al portero y pérdidas de balón de infarto
Por lo demás muy sólido, el meta Tim Wiese no suele medir bien el 'timing' en las acciones por alto y en los córners
Al conjunto de Bremen le incomoda recibir un 'pressing' continuo y no aplica la táctica del fuera de juego con rigor
Freddy Müller / BREMEN
Al Barça sólo le servirá la victoria el próximo día 5 para seguir vivo en la Champions. Y aunque enfrente tendrá a un Werder muy sólido, el equipo de Thomas Schaaf no es inexpugnable ni mucho menos. Entre los puntos flacos, que el Barcelona haría bien en explotar, cabe destacar a los laterales, Fritz y, sobre todo, Womé; ciertas dudas de un por lo demás sólido meta Wiese, las fisuras de la táctica del fuera de juego que gustan de emplear los alemanes, lo incómodos que éstos se sienten cuando se les somete a un 'pressing' continuo y el bajón que sufren en los minutos finales.
Yendo por partes cabe destacar que Womé, compatriota de Eto'o y protagonista junto a éste de 'la historia de un penalti que dejó fuera a Camerún del Mundial de Alemania', sufre de tanto en tanto cortocircuitos: por alocadas cesiones al portero o infantiles pérdidas de balón siembra el pánico en sus propias filas, convirtiéndose así en un filón para el rival.
También el lateral diestro Clemens Fritz acusa en ocasiones el hecho de ser junto a Womé y Mertesacker una de las tres caras nuevas de la zaga verdiblanca. Frente al Chelsea Joe Cole le sacó los colores con sus 'driblings' y fintas.
Por lo que respecta a Wiese, es muy bueno sobre la línea y en las salidas para los 'uno contra uno', pero se muestra inseguro cuando toca atajar córners o balones aéreos, midiendo mal el 'timing'.
Otro aspecto al que el Barça le puede sacar tajada guarda relación con la táctica del 'offside' a la que recurre el Werder para frenar en seco los ataques del adversario. Si los azulgrana hilan fino, pillarán a contrapié a la zaga contraria y la trampa tendida se girará en contra del once de Schaaf.
También merece la pena someter al conjunto de Bremen a una presión asfixiante, toda una garantía para que acabe marrando los pases o dejando huecos por los que enfilar su área de gol. Al Werder le infarta quedarse sin aire o verse obligado a recular.
Y debido a su falta de banquillo el Werder llega a los minutos finales con la lengua fuera. Ya pasó en el Werderstadion y Messi lo aprovechó para establecer el 1-1, y es importante saberlo de cara al martes. Si todo lo demás ha fallado, quemar los últimos cartuchos puede ser la solución para el Barça.
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