"Chico, echa un poco el freno"
"Chico, echa un poco el freno"
Lafita y otras 'víctimas' de Messi repasan las jugadas que le han encumbrado
El primero en señalarlo fue Fabio Capello, entonces técnico del Juventus. Ocurrió en el Trofeo Gamper de 2005. "Es un pequeño diablo", le definió, entusiasmado. Han pasado cinco años y mucho fútbol. Pero la progresión de Messi ha sido imparable, hasta el punto de que la comparación con Maradona no es extraña. Por el camino ha dejado tantos regates como goles y víctimas. Las últimas, el domingo en La Romareda.
Lafita se acercó a La Pulga cuando éste realizó su triplete. "Chico, echa un poco el freno...", le soltó con rabia y admiración entremezcladas. Messi se limitó a encogerse de hombros al tiempo que esbozó una sonrisa pícara. Luego, cogió el balón, tiró cinco amagos, rompió otras tantas caderas y provocó el penalti definitivo. "Es mejor que Maradona", opina Ander Herrera; "he visto vídeos del Pelusa y lo que hace Messi es mejor. ¡Tiene a siete tíos delante y se va de los siete!". Eso fue lo que hizo precisamente, en 2007, cuando se regateó a medio Getafe para marcar un gol de tintes maradonianos, calco de la estratosférica jugada del Mundial de México 1986. "En el césped no me enteré demasiado, pero cuando lo vi por la televisión me quedé parado", comenta Javi Paredes, ahora en el Zaragoza, pero entonces un rival del Getafe en el eslalon de Messi. No fue, en cualquier caso, el único tanto que recordó al 10. Messi también hizo un gol con la mano, como Diego a Inglaterra en aquel Mundial. Se lo clavó al Espanyol. "La pelota rebotó en mi pierna e iba para Kameni. Pero Messi sacó la mano y la lió gorda", relata Chica, lateral blanquiazul; "con lo bueno que es, sólo le faltaba pillería".
Para José Mourinho, sin embargo, le sobra picaresca. Así lo aclaró en 2006, cuando Messi desquició a Del Horno -expulsado por una entrada a su rodilla- y, por extensión, al Chelsea. "En Barcelona hay teatro del bueno", criticó con acidez Mou. Pero ese fue el primer partido en el que Messi se presentó como un futbolista resolutivo en los momentos complicados. Por eso marcó en la final de la Champions pasada al Manchester United, en la final del Mundial de clubes frente a Estudiantes y un triplete hace dos años al Madrid. Hace poco, le endosó otros tres tantos al Valencia. "Es el mejor jugador del mundo. Cuando arranca, es imparable, rápido en el regate y con una potencia increíble", resalta Àngel Dealbert, zaguero valencianista. "Ya le puedes dar patadas que él sigue igual. Es imparable. Así que hay que disfrutar viéndole jugar", añade Pablo Hernández.
El primer gol de Messi fue en 2005, cuando le lanzó una vaselina al portero del Albacete, Raúl Valbuena. "Fue un gol más, pero me di cuenta de que, si era capaz de hacer eso con 17 años, haría todo lo que se propusiera", reconoce ahora el meta. Y así lo ha hecho Messi, que ha ganado todo menos un Mundial. "Aunque le faltan títulos y edad, es el mejor de todos los tiempos, por encima de Maradona", interviene Víctor Muñoz, ex entrenador del Zaragoza y el Getafe, entre otros. "Es un monstruo", amplía Manolo Preciado, el técnico del Sporting, que el domingo se levantó dos veces del sillón, extasiado por el recital de La Pulga; "es el jugador más determinante que he conocido, superior a Maradona".
Ponzio trató de pararlo en La Romareda y no pudo. "No me extraña. Nadie puede con él", advierte Arizmendi. "Es impresionante, increíble", murmuraba Edmilson, que, tras el duelo, se lo encontró en el túnel de vestuarios y hablaron de tiempos pasados en el Barça y del Mundial que se avecina. "Es de otra galaxia", dijo Eliseu. "Y de otro mundo", matizó Lafita. A lo que Valdés agregó: "Va a ser el mejor de la historia". Pero la conversación entre Ander Herrera y Pedro tras el penalti del 2-4 lo aclara todo.
-¿Pero es que no se puede parar a este tío de ninguna forma?, preguntó Ander.
-Déjalo, es un animal, respondió Pedro.
Lafita y otras 'víctimas' de Messi repasan las jugadas que le han encumbrado
El primero en señalarlo fue Fabio Capello, entonces técnico del Juventus. Ocurrió en el Trofeo Gamper de 2005. "Es un pequeño diablo", le definió, entusiasmado. Han pasado cinco años y mucho fútbol. Pero la progresión de Messi ha sido imparable, hasta el punto de que la comparación con Maradona no es extraña. Por el camino ha dejado tantos regates como goles y víctimas. Las últimas, el domingo en La Romareda.
Lafita se acercó a La Pulga cuando éste realizó su triplete. "Chico, echa un poco el freno...", le soltó con rabia y admiración entremezcladas. Messi se limitó a encogerse de hombros al tiempo que esbozó una sonrisa pícara. Luego, cogió el balón, tiró cinco amagos, rompió otras tantas caderas y provocó el penalti definitivo. "Es mejor que Maradona", opina Ander Herrera; "he visto vídeos del Pelusa y lo que hace Messi es mejor. ¡Tiene a siete tíos delante y se va de los siete!". Eso fue lo que hizo precisamente, en 2007, cuando se regateó a medio Getafe para marcar un gol de tintes maradonianos, calco de la estratosférica jugada del Mundial de México 1986. "En el césped no me enteré demasiado, pero cuando lo vi por la televisión me quedé parado", comenta Javi Paredes, ahora en el Zaragoza, pero entonces un rival del Getafe en el eslalon de Messi. No fue, en cualquier caso, el único tanto que recordó al 10. Messi también hizo un gol con la mano, como Diego a Inglaterra en aquel Mundial. Se lo clavó al Espanyol. "La pelota rebotó en mi pierna e iba para Kameni. Pero Messi sacó la mano y la lió gorda", relata Chica, lateral blanquiazul; "con lo bueno que es, sólo le faltaba pillería".
Para José Mourinho, sin embargo, le sobra picaresca. Así lo aclaró en 2006, cuando Messi desquició a Del Horno -expulsado por una entrada a su rodilla- y, por extensión, al Chelsea. "En Barcelona hay teatro del bueno", criticó con acidez Mou. Pero ese fue el primer partido en el que Messi se presentó como un futbolista resolutivo en los momentos complicados. Por eso marcó en la final de la Champions pasada al Manchester United, en la final del Mundial de clubes frente a Estudiantes y un triplete hace dos años al Madrid. Hace poco, le endosó otros tres tantos al Valencia. "Es el mejor jugador del mundo. Cuando arranca, es imparable, rápido en el regate y con una potencia increíble", resalta Àngel Dealbert, zaguero valencianista. "Ya le puedes dar patadas que él sigue igual. Es imparable. Así que hay que disfrutar viéndole jugar", añade Pablo Hernández.
El primer gol de Messi fue en 2005, cuando le lanzó una vaselina al portero del Albacete, Raúl Valbuena. "Fue un gol más, pero me di cuenta de que, si era capaz de hacer eso con 17 años, haría todo lo que se propusiera", reconoce ahora el meta. Y así lo ha hecho Messi, que ha ganado todo menos un Mundial. "Aunque le faltan títulos y edad, es el mejor de todos los tiempos, por encima de Maradona", interviene Víctor Muñoz, ex entrenador del Zaragoza y el Getafe, entre otros. "Es un monstruo", amplía Manolo Preciado, el técnico del Sporting, que el domingo se levantó dos veces del sillón, extasiado por el recital de La Pulga; "es el jugador más determinante que he conocido, superior a Maradona".
Ponzio trató de pararlo en La Romareda y no pudo. "No me extraña. Nadie puede con él", advierte Arizmendi. "Es impresionante, increíble", murmuraba Edmilson, que, tras el duelo, se lo encontró en el túnel de vestuarios y hablaron de tiempos pasados en el Barça y del Mundial que se avecina. "Es de otra galaxia", dijo Eliseu. "Y de otro mundo", matizó Lafita. A lo que Valdés agregó: "Va a ser el mejor de la historia". Pero la conversación entre Ander Herrera y Pedro tras el penalti del 2-4 lo aclara todo.
-¿Pero es que no se puede parar a este tío de ninguna forma?, preguntó Ander.
-Déjalo, es un animal, respondió Pedro.
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