Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de maig 03, 2009

Barcelona se recupera de un día épico y se prepara para un trepidante final de temporada


Barcelona se recupera de un día épico y se prepara para un trepidante final de temporada

A miles de metros de altura el "we are the champions" sonaba más real que nunca: la eufórica "troupe" del Fútbol Club Barcelona miraba España y Europa desde el cielo, convencida de que todo es posible en el épico mayo que sueña vivir.
"Éste es el triunfo más importante de mi vida", dijo el argentino Lionel Messi minutos antes de subirse a ese avión en el que jugadores, aficionados y periodistas compartían una noche única, la del histórico
6-2 al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Gerard Piqué, un central para el que medios catalanes pidieron un "monumento", oficiaba, como en tantos otros vuelos, de DJ. Con los auriculares de su iPod sobre el teléfono interno del avión hacía bailar a todos, en una sesión que incluyó el mítico tema de Queen, un "we are the champions" que expresa como pocos lo que se le viene al Barça. Entre gritos, risas y botellas de cava catalán, los aficionados se entusiasmaron. "¡Esto es un chorreo, esto es un chorreo!", un cántico alternado con el "¡Madrid se quema, Madrid se quema!". Ningún jugador acompañó las consignas hirientes para el rival. El haber hecho historia con una exhibición de fútbol total, de fútbol-caviar, era ya más que suficiente. Barcelona estaba preparada para recibir a su equipo, además de las celebraciones en la Rambla de Canaletas, otro de los centros de acumulación de seguidores fue el aeropuerto de el Prat, donde se concentraron cerca de tres mil personas para dar la bienvenida a la expedición barcelonista, que aterrizó en el aeródromo pasada la medianoche. La salida del autocar y de los vehículos de la policía que acompañaron la caravana ocasionó un pequeño caos en el aeropuerto. Y aunque pareciera imposible en ese vuelo de alegre locura, algunos jugadores tuvieron tiempo de pensar con calma en lo que se viene, en el sueño del inédito triplete. Lo primero es el Chelsea, el miércoles en Stamford Bridge. Un empate con goles le daría el pase a la final al Barcelona, pero el recuerdo del exitoso "cerrojo" impuesto por Guus Hiddink en el Camp Nou está presente. Antes de la noche del sábado atemorizaba a los hinchas blaugrana. Hoy, sin duda menos. "Nos jugamos la vida. Si el miércoles pasamos a la final tenemos por delante un panorama muy bonito", se entusiasmó Andrés Iniesta, corazón futbolístico del Barça. Siete días después de la visita a Stamford Bridge, en la noche del 13 de mayo, el Barcelona se jugará en Valencia uno de los tres títulos que aspira a ganar esta temporada. La Liga, con siete puntos de ventaja sobre el Real Madrid, parece ya un hecho consumado. ¿Por qué no sumar la Copa del Rey? El rival será un histórico de la Copa y del fútbol español, el Athletic de Bilbao, pero todos los rivales parecen inferiores ante el fútbol de arrasadora elegancia y precisión que propone el Barcelona de Josep Guardiola, quien calificó de "maravilloso" ganar al Real Madrid. Un hombre surgido de las entrañas del Barça, como seis de los titulares en la noche del sábado. Todo un triunfo para un club en el que hace unos meses algunos veían al portugués José Mourinho como el entrenador ideal. El Inter de Mourinho está lejos de encandilar y de aspirar a un triplete, eliminado ya en la Champions League y la Copa de Italia. Carles Puyol, sancionado con su segunda amarilla, y el mexicano Rafael Márquez, fuera de competencia por tres meses tras lesionarse la rodilla, faltarán ante el Chelsea, una pérdida sensible para los españoles. Pero Guardiola confía en su equipo. Ya lo hizo al cancelar el entrenamiento del jueves de la semana pasada, porque consideraba que despejar la mente también ayuda a jugar bien al fútbol. Hoy lo volvió a hacer: nada de entrenamientos hasta mañana a las seis de la tarde. Guardiola ha dado un día y medio de descanso a los jugadores porque sabe que hay que cuidar las energías, porque el problema no es el fútbol, precisamente lo que le sobra a sus muchachos