A GALOPAR, A GALOPAR

A GALOPAR, A GALOPAR

MARTÍ Perarnau

PERIODISTA
Para ser grande hay que ganar a los grandes: mirarles a los ojos, citarles sin tibiezas y arremeter por derecho. No se conquista la gloria con engaños y artificios, sino desde la ambición y el coraje. Los aficionados barcelonistas pueden sentirse satisfechos: el Pep Team quiere ser grande.

Durante ocho meses el equipo ha realizado un prodigioso ejercicio de autoafirmación, reconstruyendo la confianza malgastada y exhibiendo sus grandes conceptos: una idea hermosa y ofensiva del juego, un estilo plástico y veloz adornado por las mejores virtudes colectivas, solidaridad, apoyo, sacrificio, fe, hambre y optimismo.

Desde hace ocho meses ha paseado esa bandera por cuantos campos ha pisado y en todos ellos ha ido dejando huella. Con este Barça, una racha de aire nuevo y fresco ha visitado los viejos estadios.No se puede pedir más.

Ocho meses de exhibiciones espectaculares y fidelidad a una idea. Como resultado, el equipo entra en la recta final como un tiro: jugadores físicamente pletóricos, apenas lesionados, ventaja liguera, entrenador crecido y la sensación de estar haciendo historia en cada pálpito.

Lo bueno ya ha ocurrido: este Barça es memorable. Queda lo mejor: ocho semanas de finales ininterrumpidas. Una final cada tres días. Demostrado el estilo, ahora es la hora de la eficacia. Enfrente, todos son grandes: lo son cuantos quedan en Liga de Campeones; lo será el Athletic por la Copa; y lo está siendo el Madrid de Juande, feo y sórdido en el juego, pero estrepitoso en los resultados, probablemente el Madrid más eficaz de la historia, una apisonadora gris, pero una apisonadora descomunal.No es hora de tibios, sino de encarar a los grandes, apretar los dientes y galopar hasta el fondo de la red.