LOS DE GUARDIOLA PASAN POR ENCIMA DEL DEPOR
Barça, 5-0 y 50 puntos
El Deportivo recibió en el Camp Nou un severo castigo. El Barcelona oscureció el brillo de su buena Liga, que le sujetaba en séptima posición y con una buena suma de puntos, 30. Las tres derrotas seguidas frente al Sevilla le habían bajado los humos y Miguel Ángel Lotina sabía que en el teatro azulgrana las posiblidades de reengancharse al triunfo eran mínimas. Sin embargo, el Depor intentó sostener la buena imagen futbolística que venía mostrando. Quizá por ello el bofetón fue más sonoro.
Lotina planteó un partido desde la corrección táctica. Agrupó a sus jugadores para que se ayudaran unos a otros en labores defensivas, pero no renunció a salir con el balón jugado, aunque le faltara velocidad en la conducción y resistencia frente al Barcelona. Que tiene clase, pero también le sobran colocación, intensidad y músculo. Todas las virtudes que reúnen muchos de sus jugadores.
La noche de la goleada enalteció al mejor Henry de su era azulgrana y a Eto'o. Marcaron a pares después de que Messi, desde los altares del barcelonismo, iniciara el chorro con una acción individual. Que partió de un robo de balón por parte de Xavi, otro santo que trasciende los muros del Camp Nou.
Pero en un Barça sin sombras resplandeció por encima de todos ellos Dani Alves. Por su lado murió el Deportivo, incapaz de detener al portentoso brasileño, permanente bombardeo de balones inteligentes a Messi, Henry o Keita. El francés enganchó el primero de la serie con un cabezazo de estampa clásica para anotar el segundo del Barça. Keita otro envió más de Alves, que Aranzubia rechazó con extrema dificultad para devolverle a Eto'o el placer de marcar. Messi erró dos testarazos en posición inmejorable, balones templados por el brasileño de la banda derecha.
Sin dar una patada
El Depor, que había aguantado con firmeza hasta el desgarrón que le propinó Messi a los 20 minutos, perdió fortaleza. Siguió con buena fachada, pero hueco por dentro. Blando. Sin entrar en el fútbol subterráneo. Sin dar una patada. Y con esa receta llegó al descanso con un infranqueable 3-0.
Lotina planteó un partido desde la corrección táctica. Agrupó a sus jugadores para que se ayudaran unos a otros en labores defensivas, pero no renunció a salir con el balón jugado, aunque le faltara velocidad en la conducción y resistencia frente al Barcelona. Que tiene clase, pero también le sobran colocación, intensidad y músculo. Todas las virtudes que reúnen muchos de sus jugadores.
La noche de la goleada enalteció al mejor Henry de su era azulgrana y a Eto'o. Marcaron a pares después de que Messi, desde los altares del barcelonismo, iniciara el chorro con una acción individual. Que partió de un robo de balón por parte de Xavi, otro santo que trasciende los muros del Camp Nou.
Pero en un Barça sin sombras resplandeció por encima de todos ellos Dani Alves. Por su lado murió el Deportivo, incapaz de detener al portentoso brasileño, permanente bombardeo de balones inteligentes a Messi, Henry o Keita. El francés enganchó el primero de la serie con un cabezazo de estampa clásica para anotar el segundo del Barça. Keita otro envió más de Alves, que Aranzubia rechazó con extrema dificultad para devolverle a Eto'o el placer de marcar. Messi erró dos testarazos en posición inmejorable, balones templados por el brasileño de la banda derecha.
Sin dar una patada
El Depor, que había aguantado con firmeza hasta el desgarrón que le propinó Messi a los 20 minutos, perdió fortaleza. Siguió con buena fachada, pero hueco por dentro. Blando. Sin entrar en el fútbol subterráneo. Sin dar una patada. Y con esa receta llegó al descanso con un infranqueable 3-0.
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