El Barça desarbola al Valencia con un fútbol de ensueño y un Henry devastador (4-0)
El Barça desarbola al Valencia con un fútbol de ensueño y un Henry devastador (4-0)
Visto el trago que ha pasado el Valencia, similar al que sufrieron otros don nadie que habían desfilado por el estadio, como decían los críticos, no estaría de más que en Madrid se preguntaran si vale la pena venir al Camp Nou dentro de una semana. Por incomparecencia, perderían el clásico por 3-0. Se evitarían vivir en directo la pesadilla de enfrentarse al Barça. Porque da la sensación de que bajar al césped y jugar un partido de fútbol ante los azulgranas es una terrible pesadilla, un tormento insufrible y devastador.Llegar al Camp Nou viene a ser como entrar en otra dimensión. Como participar, por un día, en otra Liga. Como jugar a otro deporte que, todavía, se llama fútbol. En realidad, más que jugar, solo pueden mirar. Y eso ha hecho el Valencia. Mirar y contemplar, atónito, impotente, a un Barça sideral que mueve el balón a una velocidad jamás alcanzable. Esta noche han observado la resurrección de Thierry Henry, que marcó su último doble en el 6-0 de la pasada campaña, y ha sumado tres en 78 minutos.
Suerte valencianista
Esta noche se han llevado cuatro y pueden sentirse satisfechos, felices incluso por no repetir aquella experiencia. Renan, su portero, ha sido el mejor y Xavi ha estrellado el 12° remate azulgrana al poste en la Liga. Han tenido la suerte, además, de que Messi no quisiera hacer sangre, como si se reservara para la semana que viene. Sin exprimirse del todo, se ha llevado una ovación de campeonato.Se ha llevado una ovación y se ha llevado patadas. Como Hleb, Como Xavi, como cualquier azulgrana que hubiera sido sustituido por Guardiola, tal ha sido el festival del equipo, como la rabia de un Valencia que ha chutado más tibias y tobillos que pelotas. Confirmando que este equipo, que ya se llevó seis la pasada Liga, necesita culminar la limpieza que no le dejaron terminar a Koeman.Han jugado los blancos como un equipo de veteranos que tiene al único juvenil en punta. Balones y balonazos a Villa para que se buscara la vida y se la solucionara a los demás parecía ser la consigna, mientras el resto, arrastrando las piernas, apenas no podían ni caminar. Sin fuerzas, en algunos casos por la edad, y en otros por incapacidad física, agotados de perseguir a los azulgranas, más frescos y más lozanos.
Velocidad de vértigo
No ha corrido más el Barça. Lo que ha corrido ha sido el balón, a una velocidad de vértigo para este Valencia repleto de parches en la defensa --Maduro, un centrocampista, ha sido reconvertido a central-- y sin delanteros que acompañaran a Villa, un náufrago que no ha podido con Márquez y Puyol, siempre pendientes de su propia espalda.Guardiola aceleró el regreso de Abidal después de casi un mes y medio inactivo. Aunque pudiera carecer de ritmo, el francés se podía comer sin problemas a un Joaquín que en el Camp Nou siempre se esconde para que el capitán se emparejara con el goleador asturiano. Se ha escapado una vez solo Villa y al pisar el borde del área le han caído encima los cuatro defensas del Barça. La jugada ha revelado la agresiva actitud local y la pasividad visitante.Alves ha llegado corriendo desde la otra área para echarse encima de Villa porque, en realidad, hacía más trabajo de extremo y de centrocampista que de lateral. Por esa ambición y esa garra que personifica, y que ha insuflado también a sus compañeros, ha marcado el tercer gol, con el Valencia mirando, y cientos de espectadores sin verlo, sin haberse sentado aún en la butaca tras el descanso.Alves vale por dos o tres jugadores por lo que trabaja, y ha dejado en evidencia a sus rivales. En la zona ancha había cinco valencianistas, pero los tres del Barça --más el brasileño-- les han desarmado una y otra vez. Moviendo el cuero como los ángeles, intercambiando sus posiciones, desplegando un fútbol excepcional hasta agotarles, también, la paciencia. El Valencia ha recopilado seis tarjetas. Todas, por patadas. Hasta Bojan se ha llevado un trompazo de Del Horno al minuto de aparecer.
Tres de Henry
Bojan ha sido suplente porque Guardiola ha elegido a Hleb, que ha recorrido los tres puestos del ataque. Igual que Messi. Igual que Henry, que sin jugar de delantero centro ha comprobado que puede marcar goles. No uno, sino tres. Le basta con luchar, y con chutar con fe, tenga o no tenga fuerzas. Él solo le ha metido tantos goles al Valencia como los que había encajado el once de Emery en toda la Liga fuera de casa. No había perdido de visitante y se ha llevado cuatro. Pudieron ser ocho. Se ha llevado una valiosa lección que le puede ser útil cuando vuelva a enfrentarse a un Barça que acumula 20 partidos sin perder.
Guardiola no quiere tantos elogios para su equipo. Lo tiene mal para impedirlo.
1 Comments:
otro gran partido del Barcelona y ya he perdido la cuenta. Los tres goles de Henry le van a dar mucha confianza en su juego y eso puede ser muy importante para los de Guardiola
By Anònim, at 1:20 a. m.
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