Messi despierta al Barcelona
Messi despierta al Barcelona
El argentino, sensacional, lidera la victoria de un Barcelona en crecimiento sobre el indemne Olympique de Lyon
El argentino, sensacional, lidera la victoria de un Barcelona en crecimiento sobre el indemne Olympique de Lyon
Algo tiene esa sonrisa, ese rostro angelical. Un efecto hipnotizante que bloquea y momofica a cuantos adversarios salen a su paso. La conducción eléctrica y vertiginosa, unida al descaro propio de su edad, convierten a Leo Messi en la peor de las pesadillas para las defensas rivales. El argentino, apoyado en la mejoría del resto de los pesos pesados del equipo, comandó la victoria de un Barcelona en estado de ansiedad sobre todo un peso pesado como el Olympique de Lyon. Un triunfo que va más allá de tres simples puntos. Un sólido indicio de reacción.
La presión, la velocidad y las combinaciones a ritmo endiablado regresaron al tapete del Camp Nou. Es cierto que no en toda su esencia, pero sí a unos niveles suficientes como para volver a dibujar una cara amable en el aficionado azulgrana. Pero la exhibición de Messi no supuso el único argumento. Ronaldinho, lejos de su mejor nivel, ofreció algunas pistas de su recuperación. El brasileño encaró, busco el mano a mano y se atrevió con algún que otro control imposible. Henry también aportó una dosis de trabajo imprescindible en la vanguardia del equipo, y antiguos baluartes como Deco o Márquez mostraron sus mejores galas.
El Barça dominó el encuentro desde el pitido inicial. A diferencia de otros choques, donde se refugiaba en terreno propio, el equipo de Rijkaard planteó su presión en área contraria. Los refinados zagueros franceses tenían dificultades para generar su juego y eso propició las primeras ocasiones, basadas en rápidas triangulaciones como la que protagonizaron Ronaldinho, Abidal y Henry, que a punto estuvo de convertir en gol el galo. La ofensiva no se detuvo ahí. Deco reclamó protagonismo con un potente derechazo que repelió con apuros Vercoutre, y poco después, Henry sirvió en menos de una baldosa una gran asistencia que no pudo ser culminada por Ronaldinho.
A pesar de la insistencia blaugrana, el Olympique no perdió la cara al partido. Cuando conectaban Juninho, Govou y Benzema el coliseo catalán se impregnaba de un profundo silencio. El brasileño, un 'francotirador' nato, probó su especialidad, la falta directa, con escasa fortuna. El sobresalto espoleó al Barcelona, que encontró en Messi a su verdadero estilete. El argentino trazó diversas diagonales que desconcertaron a los centrales rivales, y en una de ellas, Clerc introdujo el balón en su portería para firmar el 1-0. No obstante, al filo del descanso, el francés pudo resarcirse de su error tras sacar bajo los palos una jugada de fantasía de Messi.
Giovanni y Bojan entran en escena
Al igual que en el partido liguero de Pamplona, el segundo acto comenzó con la sustitución de Ronaldinho. Llamativa, ya que el partido no ofrecía signos de estar decidido. Pero el Barcelona no acusó el cambio del Gaucho. Deco asumió galones y lideró el juego de ataque, donde la participación de Henry comenzó a cobrar más importancia. En el 68', el francés pudo lograr su primer gol oficial en el Barcelona, pero Vercoutre realizó una bellas estirada que impidió el canto de 'Tití'.
En la recta final del encuentro, la intervención de Messi volvió a ser determinante. El argentino terminó con el suspense gracias a un certero remate y el 2-0 ascendió al marcador. El Olympique de Lyon se entregó, lo que propició algunas jugadas en las que Giovanni demostró su punta de velocidad y Henry, que firmó el 3-0 en un rechace, su inequívoco sello de goleador. La máquina comienza a carburar.
El Barça dominó el encuentro desde el pitido inicial. A diferencia de otros choques, donde se refugiaba en terreno propio, el equipo de Rijkaard planteó su presión en área contraria. Los refinados zagueros franceses tenían dificultades para generar su juego y eso propició las primeras ocasiones, basadas en rápidas triangulaciones como la que protagonizaron Ronaldinho, Abidal y Henry, que a punto estuvo de convertir en gol el galo. La ofensiva no se detuvo ahí. Deco reclamó protagonismo con un potente derechazo que repelió con apuros Vercoutre, y poco después, Henry sirvió en menos de una baldosa una gran asistencia que no pudo ser culminada por Ronaldinho.
A pesar de la insistencia blaugrana, el Olympique no perdió la cara al partido. Cuando conectaban Juninho, Govou y Benzema el coliseo catalán se impregnaba de un profundo silencio. El brasileño, un 'francotirador' nato, probó su especialidad, la falta directa, con escasa fortuna. El sobresalto espoleó al Barcelona, que encontró en Messi a su verdadero estilete. El argentino trazó diversas diagonales que desconcertaron a los centrales rivales, y en una de ellas, Clerc introdujo el balón en su portería para firmar el 1-0. No obstante, al filo del descanso, el francés pudo resarcirse de su error tras sacar bajo los palos una jugada de fantasía de Messi.
Giovanni y Bojan entran en escena
Al igual que en el partido liguero de Pamplona, el segundo acto comenzó con la sustitución de Ronaldinho. Llamativa, ya que el partido no ofrecía signos de estar decidido. Pero el Barcelona no acusó el cambio del Gaucho. Deco asumió galones y lideró el juego de ataque, donde la participación de Henry comenzó a cobrar más importancia. En el 68', el francés pudo lograr su primer gol oficial en el Barcelona, pero Vercoutre realizó una bellas estirada que impidió el canto de 'Tití'.
En la recta final del encuentro, la intervención de Messi volvió a ser determinante. El argentino terminó con el suspense gracias a un certero remate y el 2-0 ascendió al marcador. El Olympique de Lyon se entregó, lo que propició algunas jugadas en las que Giovanni demostró su punta de velocidad y Henry, que firmó el 3-0 en un rechace, su inequívoco sello de goleador. La máquina comienza a carburar.
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