'La Pulga' pica de nuevo

La Pulga' pica de nuevo
• Messi aceleró el juego del equipo de Rijkaard y marcó de volea otro espectacular tanto que añade a su muestrario de goles antológicos

Cuando no está se le echa de menos y cuando está se entiende por qué se le extraña tanto. Es normal. Es un genio, un prodigio de jugador y ayer lo demostró de nuevo con un golazo, una volea descomunal que entró como una bala tras pegar en el palo. Así fue ayer el debut de Leo Messi con el Barça en esta pretemporada, a la que ha llegado estando muy avanzada por su participación en la Copa América.

La Pulga irrumpió con toda su fuerza en el Allianz Arena, un estadio digno de una final de la Champions. Quizá por la magnitud del recinto o porque volvía a jugar con su equipo después de tres semanas de vacaciones, Messi se destapó de nuevo con una acción magistral, con otro gol antológico. Otra obra de arte, no tan esbelta como el maradoniano tanto ante el Getafe en la Copa o el de pillo con la mano al Espanyol en la Liga, pero una belleza de tanto. Una más. Así fue la reaparición de este jugador, que siempre juega con la misma marcha. Da igual que sea un partido de competición o un amistoso serio como el de ayer en Múnich.

Él solo entiende el fútbol de una forma: juego directo y definición. Tan simple y tan complicado a la vez. Algo que solo está al alcance de unos pocos elegidos. Y Messi es uno de ellos.

El delantero argentino salió en la segunda parte por Etoo y formó el ataque junto a Henry y Giovani, la otra perla azulgrana que ha explotado esta pretemporada. Hace dos años lo hizo Messi y ahora él parece seguir sus pasos. Una bendición para el barcelonismo, que tampoco deja de pensar en Bojan Krkic.La entrada de Messi aceleró el juego azulgrana en la segunda parte. No es que hiciera nada del otro mundo, pero el equipo jugó al ralentí en la primera mitad, algo que el argentino no sabe hacer. Él solo sabe encarar al marcador, desbordar, buscar la diagonal en busca de la triangulación y llegar a la portería por el camino más corto. Otros lo hacen muy complicado. Messi, no.

El Allianz Arena todavía no había visto a Messi en directo. Había oído hablar de él, mucho y bien, y ayer comprobó el porqué de tanto elogio. Todo quedó expresado en una jugada sin aparente peligro. Henry centró un balón en busca de Márquez, otro que ayer volvía al equipo. El mexicano buscó el remate pero lo hizo mal. El balón hizo una parábola alta, altísima, y pareció no llegar nunca al suelo. El juego pareció detenerse mientras la figura de Messi esperaba paciente el esférico. Cuando llegó a su altura, soltó un disparo descomunal que cruzó toda el área colándose dentro de la portería. El estadio enmudeció, Scholl debió de maldecir a la Pulga en el día de su despedida y los jugadores azulgranas formaron un piña alrededor de Messi, agasajado de nuevo por otra genialidad.

Titular indiscutible

Puede haber dudas sobre si Etoo, Henry y Ronaldinho deben jugar juntos, pero hay alguien a quien nadie cuestiona: Messi debe ser titular en este equipo. Rijkaard lo sabe y sus compañeros, también. Las figuras, las estrellas, los mejores, los elegidos deben estar siempre en el campo. Como Messi, aunque él dejó la decisión en otras manos. "Lo que hay que hacer es trabajar y, luego, que el entrenador decida", aseguró la Pulga.