Frank Rijkaard: "Nos ha faltado energía como equipo"
Frank Rijkaard: "Nos ha faltado energía como equipo"
Frank Rijkaard (Amsterdam, Holanda; 1962) es un tipo con aire de soñador que da la sensación de que no para de analizar y reflexionar lo que le ha pasado al Barça, que depende del Madrid para ser campeón. El técnico azulgrana parece haber pasado lo peor: habla de acabar de la mejor forma posible, ganando al Espanyol y al Nàstic, de tener esperanza y de corregir los defectos del equipo con vistas al futuro. Rijkaard llega a la sala de trofeos del Camp Nou con una lata en la mano y pide dos cosas: un cenicero y que en las fotos no se vean demasiados trofeos. Relajado, está de buen humor.
Pregunta. ¿Se quedará en el Barça? Existe la sensación de que si no gana la Liga se irá como dejó la selección holandesa al no ganar la Eurocopa, o se fue del Milan...
Respuesta. Son casos completamente diferentes. Con Holanda acabé el contrato y decidí no renovar. Y con el Milan pasó lo mismo y quise jugar mis últimos años en mi país. Ahora tengo contrato: si cuentan conmigo, yo me quedo.
P. Entonces, cuando tiene contrato lo cumple.
R. Normalmente, sí. Si hay un contrato, hay una palabra, y si la gente cuenta contigo no puedes decir que no. Hay que seguir y con muchas ganas: cada día aquí es un regalo. Pero no depende sólo de mí: las dos partes deben estar contentas, eso está claro. ¿Que la junta quiere que siga? Eso es lo que dicen [sonríe] y yo también.
P. En agosto, cuando el Barça aspiraba a siete títulos, dijo que su equipo jugaba de memoria pero tendría que sufrir. ¿Ha fallado eso?
R. Cuando las cosas no van significa que debes sufrir aún más y que hay que armarse. La mayoría de jugadores ha hecho todo para cumplir el trabajo. Pero no hay que olvidar las lesiones de Eto'o y Messi o el estado de ánimo de Ronaldinho, con poco descanso tras el Mundial y que en algún momento debía pagar la cuenta. Todo eso nos ha llevado hasta aquí.
P. ¿Confía en ganar el título?
R. Si, claro. Para eso estamos trabajando.
P. Xavi admitió que el Barça había hecho mucho "el bobo" al dejar escapar tanta ventaja. ¿Fue suficiencia? ¿Vanidad?
R. No somos los únicos que hemos dejado escapar puntos. Está claro que nuestro rendimiento no ha sido igual al del año pasado. Hemos recibido los mismos goles [29 el año pasado; 30, éste] pero no hemos podido marcar la diferencia con goles a favor [77 frente a 71] para matar un partido. Hay que analizarlo pero no es hora de hablar. Voy sacando conclusiones. Es importante explicarme a mí mismo por qué pasan las cosas.
P. Parece tenerlo claro...
R. No hemos tenido esa dinámica y energía dentro del equipo. Son cosas internas a analizar. No ha sido por falta de ganas. Uno por uno, los jugadores han querido ayudar. Pero no es suficiente: debe funcionar conjuntamente. Con jugadores de menos calidad se puede tener éxito si funcionan como equipo.
P. ¿Qué parte de culpa tiene usted para que faltara esa energía?
R. Culpa me recuerda a delito y no me gusta. Pero mi responsabilidad es mucha. Si un técnico se queja de sus jugadores se queja de sí mismo: es él quien debe arreglarlo. Y no me quejo de nadie. Pero en ciertos momentos hemos sufrido demasiado esa falta de energía.
P. ¿Qué debería haber hecho?
R. He hecho lo que he podido y seguimos trabajando.
P. ¿Qué cree cuando oye que ha perdido el control del vestuario?
R. En tres o cuatro años nunca tuve la sensación de tenerlo bajo control. En un vestuario hay 23 o 24 personas ¿Cómo puedes decir que las controlas? Jamás dije que lo dominaba. Trabajo con los jugadores con serenidad, sinceridad y dureza para tener éxitos. Tener mano derecha o izquierda no me dice nada. El más duro conmigo mismo soy yo: sigo haciendo las cosas como creo y pensando en el bien de todos. Y hay que tener un carácter duro para demostrar que haces lo que crees que es mejor.
P. ¿Qué es lo que ha hecho mejor el Madrid que el Barça?
R. Siempre tengo respeto hacia el rival, y si merece la victoria no entro en estos temas... Deportivamente, creo que el Madrid ha sumado muchos puntos porque no se ha sentido del todo seguro en el campo. Y eso quiere decir que vas a luchar muy mentalizado y metido en el partido. Y llegan ocasiones, y ellos tienen jugadores de calidad. El Madrid ha trabajado como conjunto, a menudo con algunas dificultades para construir el juego, pero se organiza muy bien y [dice con énfasis] da pocos regalos. Y en el Barça ha sido un poquito al revés. Tampoco el entorno es fácil: ganas un partido y dicen que eres el mejor. Y a menudo he visto que el Barça ha entrado en el campo pensando que es mejor, como diciendo 'dame la pelota que arreglo yo la situación'. Y entonces hay menos conjunto. Es un poquito el trabajo sucio, el trabajo sin pelota, el trabajo de sacrificio, el trabajo sin balón para el desmarque de un compañero, hacer metros para crear espacios... Cuando te crees demasiado que eres el mejor, te faltan estas cosas y lo pagas como equipo.
P. ¿Es eso lo que ha pasado?
R. Sí, pero no siempre, ¿eh? Repito: las quejas, para mí. Si faltó eso es responsabilidad mía. Lo he detectado desde hace tiempo. Trabajo para arreglarlo: debo acabar el año de la mejor forma.
P. ¿La competitividad distingue a los equipos de Capello?
R. Sí, pero ha trabajado muy duro para tener un equipo con una base sólida, que puede ganar a cualquiera. Y por eso los jugadores están más dispuestos para lograr un buen resultado. Y una vez logrado, hay que demostrarlo. Ésta será otra fase. La contundencia de Capello se ha notado: ha tenido momentos dificiles y se ha mantenido firme. Es un gran entrenador.
P. ¿Confía en que el Zaragoza gane al Madrid?
R. La Liga es muy complicada y puede pasar de todo.
P. Debe dar rabia porque la Liga la tenían encarrilada...
R. La rabia llega cuando te has despreocupado y surge el descontento. Trabajamos con los defectos y las cosas buenas para ganar los partidos y tener esperanza. Pero no sufro.. Entiendo que la afición porque busca un buen resultado. Para mí, el sufrimiento es castigarte a ti mismo. Pero si estás trabajando, no.
P. ¿Le preocupa que el derby se haya calentado por los gritos de A Segunda del Camp Nou al Espanyol el año pasado?
R. Un derby es un partido especial. Al Espanyol le gusta ganar al Barça y al revés. Ahora lo están calentando algo más y lo puedo aceptar. Es la rivalidad. Y debe ser una motivación más. Cuando el Barça no gana, la otra afición lo celebra. Eso no es para mí: no disfruto cuando otro sufre.
P. Le habrán hablado de las Ligas de Tenerife. Cruyff fue un maestro presionando al Madrid. ¿Ha pasado ahora al revés?
R. No lo creo. ¿Qué tienen que ver las palabras? Hace un año jugábamos después del rival y cumplíamos. Si estás centrado en tu equipo, no importa lo que digan. Eso significa sentirte fuerte.
P. ¿Fue dificil el partido del Calderón (0-6) tras el triunfo del Madrid en Huelva?
R. ¿Y si el Madrid hubiera empatado o perdido? ¿Cambiaba algo?
Frank Rijkaard (Amsterdam, Holanda; 1962) es un tipo con aire de soñador que da la sensación de que no para de analizar y reflexionar lo que le ha pasado al Barça, que depende del Madrid para ser campeón. El técnico azulgrana parece haber pasado lo peor: habla de acabar de la mejor forma posible, ganando al Espanyol y al Nàstic, de tener esperanza y de corregir los defectos del equipo con vistas al futuro. Rijkaard llega a la sala de trofeos del Camp Nou con una lata en la mano y pide dos cosas: un cenicero y que en las fotos no se vean demasiados trofeos. Relajado, está de buen humor.
Pregunta. ¿Se quedará en el Barça? Existe la sensación de que si no gana la Liga se irá como dejó la selección holandesa al no ganar la Eurocopa, o se fue del Milan...
Respuesta. Son casos completamente diferentes. Con Holanda acabé el contrato y decidí no renovar. Y con el Milan pasó lo mismo y quise jugar mis últimos años en mi país. Ahora tengo contrato: si cuentan conmigo, yo me quedo.
P. Entonces, cuando tiene contrato lo cumple.
R. Normalmente, sí. Si hay un contrato, hay una palabra, y si la gente cuenta contigo no puedes decir que no. Hay que seguir y con muchas ganas: cada día aquí es un regalo. Pero no depende sólo de mí: las dos partes deben estar contentas, eso está claro. ¿Que la junta quiere que siga? Eso es lo que dicen [sonríe] y yo también.
P. En agosto, cuando el Barça aspiraba a siete títulos, dijo que su equipo jugaba de memoria pero tendría que sufrir. ¿Ha fallado eso?
R. Cuando las cosas no van significa que debes sufrir aún más y que hay que armarse. La mayoría de jugadores ha hecho todo para cumplir el trabajo. Pero no hay que olvidar las lesiones de Eto'o y Messi o el estado de ánimo de Ronaldinho, con poco descanso tras el Mundial y que en algún momento debía pagar la cuenta. Todo eso nos ha llevado hasta aquí.
P. ¿Confía en ganar el título?
R. Si, claro. Para eso estamos trabajando.
P. Xavi admitió que el Barça había hecho mucho "el bobo" al dejar escapar tanta ventaja. ¿Fue suficiencia? ¿Vanidad?
R. No somos los únicos que hemos dejado escapar puntos. Está claro que nuestro rendimiento no ha sido igual al del año pasado. Hemos recibido los mismos goles [29 el año pasado; 30, éste] pero no hemos podido marcar la diferencia con goles a favor [77 frente a 71] para matar un partido. Hay que analizarlo pero no es hora de hablar. Voy sacando conclusiones. Es importante explicarme a mí mismo por qué pasan las cosas.
P. Parece tenerlo claro...
R. No hemos tenido esa dinámica y energía dentro del equipo. Son cosas internas a analizar. No ha sido por falta de ganas. Uno por uno, los jugadores han querido ayudar. Pero no es suficiente: debe funcionar conjuntamente. Con jugadores de menos calidad se puede tener éxito si funcionan como equipo.
P. ¿Qué parte de culpa tiene usted para que faltara esa energía?
R. Culpa me recuerda a delito y no me gusta. Pero mi responsabilidad es mucha. Si un técnico se queja de sus jugadores se queja de sí mismo: es él quien debe arreglarlo. Y no me quejo de nadie. Pero en ciertos momentos hemos sufrido demasiado esa falta de energía.
P. ¿Qué debería haber hecho?
R. He hecho lo que he podido y seguimos trabajando.
P. ¿Qué cree cuando oye que ha perdido el control del vestuario?
R. En tres o cuatro años nunca tuve la sensación de tenerlo bajo control. En un vestuario hay 23 o 24 personas ¿Cómo puedes decir que las controlas? Jamás dije que lo dominaba. Trabajo con los jugadores con serenidad, sinceridad y dureza para tener éxitos. Tener mano derecha o izquierda no me dice nada. El más duro conmigo mismo soy yo: sigo haciendo las cosas como creo y pensando en el bien de todos. Y hay que tener un carácter duro para demostrar que haces lo que crees que es mejor.
P. ¿Qué es lo que ha hecho mejor el Madrid que el Barça?
R. Siempre tengo respeto hacia el rival, y si merece la victoria no entro en estos temas... Deportivamente, creo que el Madrid ha sumado muchos puntos porque no se ha sentido del todo seguro en el campo. Y eso quiere decir que vas a luchar muy mentalizado y metido en el partido. Y llegan ocasiones, y ellos tienen jugadores de calidad. El Madrid ha trabajado como conjunto, a menudo con algunas dificultades para construir el juego, pero se organiza muy bien y [dice con énfasis] da pocos regalos. Y en el Barça ha sido un poquito al revés. Tampoco el entorno es fácil: ganas un partido y dicen que eres el mejor. Y a menudo he visto que el Barça ha entrado en el campo pensando que es mejor, como diciendo 'dame la pelota que arreglo yo la situación'. Y entonces hay menos conjunto. Es un poquito el trabajo sucio, el trabajo sin pelota, el trabajo de sacrificio, el trabajo sin balón para el desmarque de un compañero, hacer metros para crear espacios... Cuando te crees demasiado que eres el mejor, te faltan estas cosas y lo pagas como equipo.
P. ¿Es eso lo que ha pasado?
R. Sí, pero no siempre, ¿eh? Repito: las quejas, para mí. Si faltó eso es responsabilidad mía. Lo he detectado desde hace tiempo. Trabajo para arreglarlo: debo acabar el año de la mejor forma.
P. ¿La competitividad distingue a los equipos de Capello?
R. Sí, pero ha trabajado muy duro para tener un equipo con una base sólida, que puede ganar a cualquiera. Y por eso los jugadores están más dispuestos para lograr un buen resultado. Y una vez logrado, hay que demostrarlo. Ésta será otra fase. La contundencia de Capello se ha notado: ha tenido momentos dificiles y se ha mantenido firme. Es un gran entrenador.
P. ¿Confía en que el Zaragoza gane al Madrid?
R. La Liga es muy complicada y puede pasar de todo.
P. Debe dar rabia porque la Liga la tenían encarrilada...
R. La rabia llega cuando te has despreocupado y surge el descontento. Trabajamos con los defectos y las cosas buenas para ganar los partidos y tener esperanza. Pero no sufro.. Entiendo que la afición porque busca un buen resultado. Para mí, el sufrimiento es castigarte a ti mismo. Pero si estás trabajando, no.
P. ¿Le preocupa que el derby se haya calentado por los gritos de A Segunda del Camp Nou al Espanyol el año pasado?
R. Un derby es un partido especial. Al Espanyol le gusta ganar al Barça y al revés. Ahora lo están calentando algo más y lo puedo aceptar. Es la rivalidad. Y debe ser una motivación más. Cuando el Barça no gana, la otra afición lo celebra. Eso no es para mí: no disfruto cuando otro sufre.
P. Le habrán hablado de las Ligas de Tenerife. Cruyff fue un maestro presionando al Madrid. ¿Ha pasado ahora al revés?
R. No lo creo. ¿Qué tienen que ver las palabras? Hace un año jugábamos después del rival y cumplíamos. Si estás centrado en tu equipo, no importa lo que digan. Eso significa sentirte fuerte.
P. ¿Fue dificil el partido del Calderón (0-6) tras el triunfo del Madrid en Huelva?
R. ¿Y si el Madrid hubiera empatado o perdido? ¿Cambiaba algo?
Teníamos que ganar igual. ¡Para mí no hay ninguna diferencia!
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