Penya Barcelonista de Lisboa

dimecres, de juny 06, 2007

Un Messi enorme tira de Argentina


Un Messi enorme tira de Argentina
• El azulgrana marcó dos goles y se echó a su selección a la espalda para vencer a Argelia (4-3)


No era la primera vez que jugaba en el Camp Nou, por supuesto. Los culés hace ya tres temporadas que disfrutan de él. Pero sí era la primera ocasión que saltaba al césped que tanto conoce vestido con la zamarra albiceleste, la de Argentina.

Y Messi no quiso defraudar.

Ya había dicho el día anterior que le hacía mucha ilusión jugar en casa con su selección. Y eso fue lo que puso, a parte de su enorme talento, por mucho que ni el partido, un amistoso en medio de la lucha por la Liga, y el rival, una Argelia peleona, no invitaran a hacer grandes cosas.

Pero a Messi eso le da lo mismo.

Da igual que sea un partido sin nada en juego que una final de la Champions. Él solo sabe jugar de una forma, y es por eso que muy pronto se convertirá en el mejor jugador del mundo. Anoche ya dio muestras de su clase. Lo hizo con cuentagotas, cierto, pero demostró que puede echarse un campeón del mundo a la espalda cuando las cosas se tuercen. Como en la segunda parte, cuando Argelia ganaba sorprendentementea la albiceleste (2-1) después de una decepcionante primera parte.

No entraba en la cabeza del azulgrana perder en el estreno con Argentina en el Camp Nou, que por un día se pareció más al Monumental de River o a la Bombonera de Boca. ¡Madre mía! Qué manera de animar. Y eso que apenas llegaban a los 7.000 hinchas argentinos.

Los argelinos eran otros tantos, pero menos ruidosos.

Messi quiso corresponder a tanta devoción y sacó a su equipo de lío en que se había metido, por desidia y por la desafortunada noche que tuvo Abbondanzieri.

En apenas dos minutos, 52 y 54, el azulgrana envió un disparo al palo y propició un penalti, que el mismo transformó (2-2). Con mucha calma, como si lo hubiera hecho toda la vida.

Está cansado de verlos lanzar a Ronaldinho, pero ayer demostró a Rijkaard que también puede tirarlos.Messi no solo quería quedar bien en casa. También quería demostrar al seleccionador, Alfio Basile, que puede contar con él.

No como uno más, sino como el cabecilla de un equipo huérfano de un gran líder desde los tiempos de Maradona.

No por nada el Pelusa le ha nombrado su sucesor. No contento con un gol, el azulgrana buscó el segundo y lo encontró después de una triangulación con Aimar.

Sí, el del Zaragoza.

Buen augurio, pensaron los seguidores del Barça cara al sábado. La conexión catalano-aragonesa ha empezado a carburar.

Sin contratiemposAl final todos se fueron a casa contentos. Los argentinos, por la victoria (4-3) y por Messi; los argelinos, por constatar que tienen un equipo que puede plantar cara a un bicampeón del mundo; y los culés, porque Messi terminó sin ningún problema físico.

Hubo otro motivo de alegría: los hermanos Gabi y Diego Milito, ambos titulares, y Aimar, también se fueron para Zaragoza sin ningún contratiempo. Les espera el Real Madrid y hay una Liga en juego.