Penya Barcelonista de Lisboa

dilluns, de maig 07, 2007

La contra de Johan Cruyff


Las cosas, cuanto más claras, mejor
Johan Cruyff


Cuando cumples con tus deberes, el resultado del enfrentamiento directo entre tus rivales directos importa menos, pero importa. Desde el punto de vista del Barça no era lo mismo el 1 en el Santiago Bernabeu que la X o un 2.

La victoria del Madrid ante el Sevilla era - sobre el papel- el peor resultado de los tres posibles para el Barça.

Yo lo veo de otra forma. Ahora las cosas están claras. Y las cosas, cuanto más claras, mejor. Con el Madrid a dos puntos y el goal average a su favor, tú no puedes fallar. Fuera especulaciones. Ahora es un mano a mano entre Barça y Madrid.

Difícilmente será campeón otro equipo. Enfrascado en tres competiciones, si alguien puede dejarse puntos es el Sevilla. Sin embargo, más allá de lo que diga la clasificación hoy por hoy nadie puede predecir quién va a ganar la Liga. Y menos después de lo vivido la semana pasada en Holanda. Llegaron tres equipos (AZ, Ajax y PSV) con opciones a la última jornada y ganó el que menos se esperaba.

A pesar de todo, el que tiene más opciones siempre es el que tiene la ventaja. Es decir, el que va primero. Y aquí es el Barça. ¿Qué quiere decir eso de que igual es mejor que perdamos el liderato para que así espabilemos? Este comentario lo he oído muchas veces en las últimas semanas. Yo siempre prefiero ir primero, tener yo la ventaja y no depender nunca de terceros. ¿El Madrid rezuma optimismo? Lógico. Si antes me ahogaba y ahora empiezo a respirar, yo también me sentiría así. Lo malo es que la llave de la bombona de oxígeno la domina otro. Y eso siempre asusta, no sea que me la cierren. Y en las últimas dos jornadas el Barça les ha cerrado esta llave.

Los que ven la botella medio vacía - que son muchos, va con la forma de ser del culé- pondrán más énfasis en el sufrimiento por la victoria que por la victoria en sí. Hasta cierto punto cierto, pero yo he detectado una cosa que ha mejorado en los últimos dos partidos de Liga. Ante el Levante (1-0) y la Real Sociedad (0-2) el equipo ha creado muchas ocasiones. En las segundas partes, vale, pero los partidos no duran 45 minutos sino 90.

A mí también me gustaría tener matado el partido en el minuto 10, pero eso no es siempre posible. Lo que no me gusta tanto es una cosa que se ha instalado en el Barça, más allá de las últimas dos victorias citadas: el equipo juega demasiado retrasado en cuanto pierde el balón.

Ahora todo son elogios a Ronaldinho por sus dos magníficas asistencias de gol en Anoeta. Faltaría más. Yo todavía le doy más mérito por el hecho de que, últimamente, más de la mitad de los balones que toca Ronaldinho es en el medio del campo o incluso en campo propio. Y ahí, o te la juegas en un uno contra mil en una cabalgada imposible tipo Messi,o lanzas un pase al espacio perfecto - como hizo con Eto´o-para habilitar una contra rápida cuando te están apretando.

En el resto de las situaciones, recibiendo tan atrás pierdes tu ventaja, tu calidad, y en el caso de Ronaldinho ésta pasa por tocar muchos más balones cerca del área rival. Volviendo al Real Madrid - y ojalá que no se dé-, me pregunto qué hará Fabio Capello si acaba ganando la Liga. Igual les planta. No me extrañaría. Los primeros en dudar de él han sido los mismos que le ficharon. En el fondo, un poco como Koeman en el PSV, donde su presidente ha ido diciendo muchas tonterías.

Al final, que es lo que cuenta, cuartofinalistas en la Champions y campeones de Liga. ¿Dónde está ahora la confianza de Koeman en su presidente? Si eres nuevo en el cargo - como el presidente del Real Madrid-, si no sabes aguantar la presión, si picas a la primera pregunta de la prensa, estás perdido.

Hay un dicho al respecto. Hablar es plata. Callar es oro. Muy pocos saben hacerlo. Además, a Capello le fichas para que te gane un título. Sólo para eso. No para jugar bien, por más que ahora hayan mejorado. Si tu prioridad era otra, si lo que querías era jugar distinto por no decir más atractivo, entonces te equivocaste de hombre. Capello te prometerá dos cosas: organización y rendimiento. Es decir, sumar puntos. El resto para él es superfluo.

Cuando oí a Rafa Benítez afirmando el día en que anunciaba que se quedaba en el Liverpool que había rechazado una oferta del Madrid con muchos ceros, los que mandan en el club blanco quedaron totalmente retratados. Estaban abriendo un hueco para enterrar a alguien y sin darse cuenta de que se enterraban a ellos mismos. Hoy me monto en este caballo, a media carrera en otro y cruzo la meta con un tercero distinto. No hay nada peor que la indefinición.