Penya Barcelonista de Lisboa

divendres, d’abril 20, 2007

REFLEXIONES DE LA NUEVA ESTRELLA DEL FÚTBOL MUNDIAL


Messi: "Nunca pensé que podía hacer el mismo gol que Diego"
• El delantero huye del protagonismo y muestra la actitud humilde de siempre
• "Ronaldinho me ha dicho que fue un golazo", dice con admiración a su ídolo


Los genios, aunque resulte difícil de creer, también duermen. A Leo Messi no le quitó el sueño la "obra de arte" --así la calificó el técnico Frank Rijkaard-- que construyó el miércoles en el Camp Nou. Después del gol maradoniano al Getafe, se recluyó en casa.

"Dormí bien, como siempre", contó ayer el argentino, ajeno al pedestal en el que vivirá desde que se recorrió más de medio campo, driblando a más de medio Getafe.

Durmió bien, como siempre. Como si siempre marcara un gol así."Nunca pensé que podía hacer el mismo gol que Diego. No me abruma todo esto, sinceramente yo solo me dedico a jugar a fútbol y a divertirme", explicó luego, intentando digerir desde la humildad la lluvia de elogios que está recibiendo.

El gol lo dibujó el miércoles en 13 segundos, pero su recuerdo permanecerá vivo siempre. Él, en cambio, mira al futuro más inmediato --el domingo juega el Barça en El Madrigal contra el Villarreal-- sin pensar que la memoria de ese fastuoso tanto al Getafe le acompañará para el resto de su vida.

Cada día que pase, el gol será más grande. Cada vez que se ve, hay cosas más increíbles. "Para mí, quedó atrás, debemos pensar en el Villarreal", dijo Messi.

Bonito intento el suyo. Pero, al mismo tiempo, inútil porque recién iniciada su carrera en la élite (tiene apenas 19 años) le emparentan con Maradona, uno de los más grandes del fútbol mundial. "En la jugada nunca pensé en hacer el gol de Diego", decía una y otra vez. No lo pensó. Tampoco lo necesitó. "Solo quería ir hacia adelante, solo pensaba en llegar a la portería", añadió.

CON NORMALIDAD

Así, con simplicidad, con un insólito aire de normalidad, Messi iba rechazando cualquier comparación con Diego. No pensó en él ni cuando ejecutaba esa maravilla futbolística, ni cuando la celebraba, ni cuando entró en el vestuario. "En esos momentos, no pensaba en nada, solo en festejarlo. No me paré a pensar en el gol y en lo qué significó. Escuché y vi que decían muchas cosas, comparándolo con el gol de Diego, pero yo me mantengo al margen", aseguró. "Quiero seguir aprendiendo, como siempre".

De momento, cuando se cruzó ayer con Ronaldinho en el vestuario del Camp Nou, la vida no fue la misma. Antes era él quien felicitaba al brasileño. Ayer, el número uno también se rindió a un joven que, tarde o temprano, amenazará su hegemonía. "Ronnie me ha felicitado y me dijo que había sido un golazo", contó Messi, admirado de que su ídolo le idolatre. Con Pato Abbondanzieri, el meta argentino del Getafe, ni habló, según él, del gol. Le regaló una camiseta; Messi se quedó con la otra. "Hablamos de muchas cosas, pero no del gol".

LA JUGADA DE SU VIDA

Luego, Messi se puso a relatar la jugada de su vida. Una vez más. "Fue una pelota que me dio Xavi en el medio campo, dejé atrás a dos y vi el espacio. Me fui hacia adelante, había mucha distancia para correr. Llegué a los dos últimos defensores, estaba Samuel ahí, pero vi un hueco y seguí adelante para buscar la portería. Solo intentaba llegar y finalizar". Corrió Leo por el Camp Nou, llegó Leo al área, finalizó Leo. Casi tardó más luego en relatarlo que en hacerlo. "¿Presión? No, no tengo ninguna, voy a seguir jugando y divirtiéndome, como siempre". Para fortuna del Barça, que tiene una joya única.