La noche de Messi
La noche de Messi
Messi se vistió de Maradona y marcó uno de los goles más bellos que se recuerdan
Messi se vistió de Maradona y marcó uno de los goles más bellos que se recuerdan
Messi emuló a Maradona y dibujó una obra de arte que se acercó, más que ningún otro gol marcado hasta la fecha, al mítico gol del Pelusa frente a Inglaterra en el Mundial de México de 1986. Corría el minuto veintiocho de la primera mitad. Messi recibió de Xavi en su propio campo, todavía a varios metros de la línea central, y ya nadie en el Getafe fue capaz de pararlo; primero cayeron dos centrocampistas, Nacho y Paredes, con dos recortes milimétricos, después, ya en carrera, voló por encima del entramado defensivo del Getafe, quebró con dos descargas eléctricas a Belenguer y a Alexis, entró en el área como cuchillo en mantequilla, superó al bueno de Luis García y mandó el balón a la red con la derecha apenas sin ángulo.
Durante un segundo, se hizo el silencio. Eto'o, Deco y Gudjohnsen, cercanos a la culminación de la jugada, se echaron las manos en la cabeza. El público contuvo la respiración. Todo parecía en cámara lenta. Después llegó el estallido de júbilo, la gran pañolada, la sensación de haber presenciado algo único y repetible. Pero el espectáculo no había terminado, porque diez minutos más tarde, la Pulga recibió un buen balón de Deco en el corazón del área, se deshizo del prometedor Alexis como el que se quita una mota de polvo de la pechera y volvió a fusilar a Luis García. Esta vez, con la izquierda. El Camp Nou era un clamor. Era la noche del 'Messias'. Y el tercer gol del Barça.
Y eso que el partido, en sus primeros minutos, carecía de la intensidad que se espera de una semifinal copera; el Getafe, acomodado, no estaba pasando grandes apuros y no asumía riesgos, consciente de que un resultado corto le beneficiaría en la vuelta. Incluso fue el primero en generar una buena ocasión por medio de Casquero, que está en espléndido momento de forma.
Se quedó el Barça con el balón tras la oportunidad del ex sevillista. Y no parecía tener intención de dejarlo escapar. Y lo escondió. Y tocando al son que marcaban Xavi y Deco, comenzó el asalto. Y el pequeño centrocampista catalán, siempre listo el periscopio, fue el que abrió el camino, la lata, con un giro excelente, un quiebro y un remate espléndido ante el que poco pudo hacer Luis García. Un gol precioso que, lástima, quedará en el olvido por lo que acontecería después.
Güiza despertó al Getafe, pero Gudjohnsen y Eto'o recuperaron el terreno perdido
Tres goles a cero y todavía cuarenta y cinco minutos por jugar. Y en las gradas la sensación, el inolvidable recuerdo del golazo inmenso de Leo Messi. Por si acaso, Güiza avisó de que el Getafe no se iba a rendir tan fácilmente con un zapatazo nada más comenzar la segunda mitad que sacó Jorquera con apuros.
Nadie lo podía imaginar, sobre todo después de la exhibición de la primera mitad, pero la entrada de Güiza le estaba dando alas al Getafe y el Barça, todavía en estado de shock tras la portentosa actuación de Messi, perdía fuelle. El jerezano anotó el primero del Getafe tras aprovechar un rechace de Jorquera tras un buen lanzamiento de falta de Casquero. Y fabricó el segundo con un buen desmarque por la derecha y un centro que mandó Nacho a la red. Si, Messi había emulado a Maradona, pero los de Schuster estaban resucitando la eliminatoria.
Marcó el cuarto el Barça en un saque de esquina que sacó Xavi, peinó Márquez y remachó a gol Gudjohnsen que, al rato, fue sustituido por Oleguer; Rijkaard, con cuatro a dos en el marcador, pensaba ya en la vuelta, en llegar al Alfonso Pérez con menos goles en contra y alguno más, si podía, a su favor. De cualquier manera, el Getafe había recuperado la agresividad, la actitud, y cualquier cosa podía pasar.
Si, el Getafe le estaba poniendo mucho coraje al asunto, pero el Barça es un equipo que reúne tanta calidad que con un destello, con un rayo, te mata. Y Xavi, perfecto exponente de la calidad de este equipo, el mejor francotirador, uno de los más destacados de la noche, aunque eclipsado por Messi, le mandó un balón impagable a Eto'o, que con un excelente control orientado cargó su pierna derecha y batió por quinta vez a Luis García. Goles magníficos, inolvidable el primero de Messi, gran partido del Barcelona, excelente actitud del Getafe, maravillosa eliminatoria de la Copa del Rey, que aunque parece decidida a favor del Barça, todavía tendrá un emocionante segundo capítulo en Madrid.
Y eso que el partido, en sus primeros minutos, carecía de la intensidad que se espera de una semifinal copera; el Getafe, acomodado, no estaba pasando grandes apuros y no asumía riesgos, consciente de que un resultado corto le beneficiaría en la vuelta. Incluso fue el primero en generar una buena ocasión por medio de Casquero, que está en espléndido momento de forma.
Se quedó el Barça con el balón tras la oportunidad del ex sevillista. Y no parecía tener intención de dejarlo escapar. Y lo escondió. Y tocando al son que marcaban Xavi y Deco, comenzó el asalto. Y el pequeño centrocampista catalán, siempre listo el periscopio, fue el que abrió el camino, la lata, con un giro excelente, un quiebro y un remate espléndido ante el que poco pudo hacer Luis García. Un gol precioso que, lástima, quedará en el olvido por lo que acontecería después.
Güiza despertó al Getafe, pero Gudjohnsen y Eto'o recuperaron el terreno perdido
Tres goles a cero y todavía cuarenta y cinco minutos por jugar. Y en las gradas la sensación, el inolvidable recuerdo del golazo inmenso de Leo Messi. Por si acaso, Güiza avisó de que el Getafe no se iba a rendir tan fácilmente con un zapatazo nada más comenzar la segunda mitad que sacó Jorquera con apuros.
Nadie lo podía imaginar, sobre todo después de la exhibición de la primera mitad, pero la entrada de Güiza le estaba dando alas al Getafe y el Barça, todavía en estado de shock tras la portentosa actuación de Messi, perdía fuelle. El jerezano anotó el primero del Getafe tras aprovechar un rechace de Jorquera tras un buen lanzamiento de falta de Casquero. Y fabricó el segundo con un buen desmarque por la derecha y un centro que mandó Nacho a la red. Si, Messi había emulado a Maradona, pero los de Schuster estaban resucitando la eliminatoria.
Marcó el cuarto el Barça en un saque de esquina que sacó Xavi, peinó Márquez y remachó a gol Gudjohnsen que, al rato, fue sustituido por Oleguer; Rijkaard, con cuatro a dos en el marcador, pensaba ya en la vuelta, en llegar al Alfonso Pérez con menos goles en contra y alguno más, si podía, a su favor. De cualquier manera, el Getafe había recuperado la agresividad, la actitud, y cualquier cosa podía pasar.
Si, el Getafe le estaba poniendo mucho coraje al asunto, pero el Barça es un equipo que reúne tanta calidad que con un destello, con un rayo, te mata. Y Xavi, perfecto exponente de la calidad de este equipo, el mejor francotirador, uno de los más destacados de la noche, aunque eclipsado por Messi, le mandó un balón impagable a Eto'o, que con un excelente control orientado cargó su pierna derecha y batió por quinta vez a Luis García. Goles magníficos, inolvidable el primero de Messi, gran partido del Barcelona, excelente actitud del Getafe, maravillosa eliminatoria de la Copa del Rey, que aunque parece decidida a favor del Barça, todavía tendrá un emocionante segundo capítulo en Madrid.
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