Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de febrer 04, 2007

Despegue fallido del Barça en el Reyno de Navarra



El Barça desaprovechó la ocasión que Sevilla y Real Madrid le habían puesto en bandeja para destacarse al frente de la tabla al cosechar solamente un empate sin goles en su visita al Reyno de Navarra.

El conjunto azulgrana se encontró con un Osasuna muy serio, que puso toda la carne en el asador para que los puntos no volasen de Navarra y condujo al Barça a un partido físico y aguerrido con pocas ocasiones de gol.

Desde el inicio, los dos equipos se emplearon con dureza y complicaron la vida a Ayza Gámez, demasiado permisivo en los primeros minutos. Por ejemplo con Zambrotta, que pudo irse a la calle antes del primer cuarto de hora de no ser porque el colegiado sólo le mostró al italiano una amarilla de las dos que debería haber visto.

En el 13 llegaría la mejor ocasión para Osasuna en todo el encuentro. Una falta lateral botada por Puñal fue rematada de cabeza por Milosevic en el segundo palo y Valdés tuvo que sacar la mano izquierda como pudo para evitar el 1-0.

El delantero serbio fue un quebradero de cabeza para la zaga culé en las jugadas a balón parado, uno de los mejores recursos de los rojillos a la hora de inquietar a los de Rijkaard. Con el balón a ras de suelo, David López no estuvo afortunado y marró todos los disparos que tuvo desde la frontal.

Faltas y más faltas

En los primeros 25 minutos, el Barça se dejo ver poco por la portería de Ricardo. En el centro del campo, Deco y Márquez repartían y no precisamente juego. El mexicano ocupó el mediocentro y dejo su puesto en el centro de la defensa a Edmilson. No fue el único cambio que introdujo Rijkaard en el once.

Sorprendentemente, dejó a Iniesta fuera y dio la alternativa a Ezquerro en un escenario conocido para él. No aprovechó la oportunidad el riojano, muy gris durante los noventa minutos que le regaló Rijkaard.

Osasuna se defendía con orden y aguantaba el tipo en la medular hasta que llegó Xavi para encontrar un resquicio y asistir a Giuly para que marcase tras regatear a Ricardo.

El gol, legal a todas luces, fue invalidado por un fuera de juego inexistente del francés. El gol, que hubiese cambiado la cara del partido, se fue al limbo y los dos equipos siguieron empleándose a fondo sobre un terreno de juego lamentable que parecía un campo de golf con tantos hoyos y montículos.

Ayza Gámez siguió perdonando amarillas en los dos bandas y se inhibió en dos jugadas polémicas en las áreas en las que Deco y Soldado reclamaron penalti por unos contactos ligeros. Al filo del descanso, Edmilson encontró a Zambrotta en un balón largo y el italiano se la dejó perfecta de tacón para la incorporación de Saviola en velocidad. El 'Conejo', menos participativo que en otras ocasiones, disparó demasiado cruzado.
Eto'o dispuso de cinco minutos

En la reanudación, el partido continuó siendo una guerra de guerrillas en las trincheras del césped del Reyno de Navarra. Numerosas faltas e interrupciones del juego impidieron que el partido ganara en estilismo y la emoción sólo se mantuvo hasta al final por lo incierto del marcador, no por la calidad del juego.

Los dos equipos ofrecieron un partido muy disputado pero sin jugadas para el escaparate. En el 64, Saviola desaprovechó la mejor ocasión de la segunda parte al mandar alto un remate en el segundo palo tras una prolongación de Márquez en el primero en un saque de esquina.

El meta de Osasuna no tuvo mucho trabajo pero se le notó más nervioso que de costumbre tras el fallo clamoroso ante el Getafe en Copa.A falta de cinco minutos se produjo la noticia del partido. Rijkaard se decidió a dar entrada a Samuel Eto'o en el 84 después de diez minutos mareando la perdiz y el camerunés volvió a sentirse futbolista tras cuatro meses en el dique seco.

El delantero azulgrana poco pudo hacer en ocho minutos. Reclamó una falta en un balón dividido en el que se le notó temeroso, tocó un par de balones en zonas sin peligro y no dispuso de ninguna ocasión para marcar.