El ídolo de un pueblo

El ídolo de un pueblo

Avezado a mantener la flema en cualquier situación, acostumbrado a nadar entre tiburones sin perder la calma ni el discurso, sin mostrar debilidades, Pep Guardiola enseñó ayer su lado humano. El técnico del triplete se emocionó al ser nombrado hijo predilecto de Santpedor (Bages). "Tengo una familia fantástica, sé que mis padres están muy felices y yo también", dijo el entrenador con voz entrecortada ante los convecinos que abarrotaron la sala municipal Cal Llovet. El discurso de Pep no se apartó de la línea de la humildad, atribuyendo sus éxitos a la familia, al escaparate del Barça y al esfuerzo. "He tenido un cierto talento", se permitió decir al recordar su paso del Gimnàstic de Manresa al Barça.

Debido a su apretada agenda, los vecinos de Santpedor no pueden disfrutar muy a menudo de la presencia de Guardiola. Pero no le olvidan. El Ayuntamiento aprobó el martes nombrarle hijo predilecto en reconocimiento a su trayectoria como futbolista y entrenador, "una trayectoria brillante basada en los valores del esfuerzo y el trabajo, referentes en nuestra sociedad". "Su nombre ha estado vinculado al municipio de Santpedor y ha dado a conocer en todo el mundo nuestra villa. Guardiola, gracias a su talante y a los valores mencionados, es valorado y admirado por personas no aficionadas al fútbol y por seguidores de equipos rivales".

Mucho mérito, ciertamente, pero Valentí Guardiola se encargó de recordar que su hijo no es amigo de homenajes. "No le gustan mucho estas cosas, le gusta pasar desapercibido y a nosotros (sus padres) también, pero ahora hay que bailar el baile que toca", explicó antes del acto. Los Guardiola de Santpedor esperan volver pronto a un cierto anonimato. "Aprovechen, porque nosotros cerraremos la puerta", indicó Valentí a los medios de comunicación que le asediaron, a los que dejó una perla reveladora del talante de Pep: "Es un fanático de los caracoles a la cazuela que le prepara su madre". Caracoles que, por otra parte, se ocupa de recoger el propio Valentí.

La alcaldesa, Laura Vilagrà, entregó a Pep una fotografía gigante, un recuerdo del comienzo de la trayectoria deportiva del hijo predilecto, que este se comprometió a exhibir en el museo que prepara su padre. Traje gris, camisa a rayas blancas y rojizas y sin corbata, así vieron a su ídolo los varios centenares de niños que ocuparon las primeras filas de la sala municipal que, con suerte, captaron el mensaje: pueblo, familia, club y esfuerzo; pueblo, familia club y esfuerzo...

El vicepresidente primero del Barcelona, Alfons Godall, y el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste, acompañaron a Guardiola en el homenaje de Santpedor. Valentí Guardiola razonó que el papel de técnico es más comprometido que el de jugador: "Cuando uno es entrenador es responsable de veinte personas y recibe la mirada de miles de socios. Es mucha responsabilidad sobre mucha gente. De futbolista él era el único responsable de sus actuaciones". Liga, Copa, Champions, las dos supercopas...

Guardiola lo conquista todo, incluso el corazón de los santpedorencs, mientras acumula récords. Una victoria en el próximo partido, en Valencia, significaría el mejor arranque liguero de la historia del Barça, que suma seis triunfos en seis encuentros. "Sólo me falta plantar un árbol", bromeó Pep horas antes de recibir el reconocimiento de Santpedor.