Penya Barcelonista de Lisboa

dilluns, de març 16, 2009

Esperando rival en la Champions


Esperando rival en la Champions
Todos los equipos que pueden tocarte en los cuartos de la Liga de Campeones son lo suficientemente buenos para dejarte fuera. No hay buenos ni malos. Si no estás fino, concentrado, te vas a la calle.
¿Qué rival querrías y cuál no en los cuartos de la Champions? Como divertimento está muy bien. De hecho, está tan bien que incluso haría una última porra para saber quién se enfrenta a quién en semifinales. El viernes saldremos de dudas. Soy de los que me da igual quién toque. Sin ponerle nombre al posible rival, si es el mejor y le gano yo, el mejor ya está fuera. Si mi idea es llegar a la final --digo llegar a la final, no ganarla--, todos son lo suficientemente buenos para dejarte fuera si no estás por lo que tienes que estar.
En el caso del Barça, me interesa más corroborar la respuesta del equipo de aquí hasta la ida de los cuartos que no entrar a diseccionar si me toca este, ese o aquel. Si los jugadores siguen dando muestras de haber visto, asimilado y puesto remedio a lo que hicieron mal cuando se pasó de 12 a 4 puntos de ventaja en la Liga, hay que ser optimistas. Han pasado un examen --Almería-- y les quedan otros dos --Málaga y Valladolid-- para reforzarse en la Liga a la vez que te plantas en los cuartos con paso firme. Cuando sabes a qué quieres jugar y cómo lo debes de hacer, tu calidad se multiplica.
No hay equipos fáciles Habrá quien tema al Manchester United. O al Liverpool. O al Chelsea. Y más ahora que le entrena Hiddink. Seguramente, Arsenal, Bayern de Múnich, Villarreal y Oporto irían en el paquete de los si me toca, pasamos seguro. Cuidado con esta idea porque acaba por calar en el vestuario. Cuidado porque no queda ningún equipo de segunda clase. Y cuidado porque tú ya has pasado por esta fase. Jugaste contra el penúltimo (Espanyol) y perdiste. Y perdiste o empataste algún que otro partido donde te creías que ganarías sin tener que emplearte a fondo. Y si una cosa han de tener clara los integrantes de la plantilla de Guardiola es que son un equipo esforzándose todos y otro, bajando el pistón.
Seguro que muchos de los que temían de entrada al Manchester ahora se habrán pasado al Liverpool. Por cómo barrió al Madrid (4-0) y por cómo repitió goleada (1-4) este sábado ante el United. Dos victorias contundentes y de prestigio, pero distintas en la forma. Ante el Madrid, el Liverpool salió descaradamente a por el partido, mordiéndolo todo y muy arriba. Ese día, cosa que aplaudo, cero en especulación. Ante el Manchester sí hubo intercambio de golpes y el partido se rompió definitivamente en una jugada. La de la expulsión de Vidic y gol de libre directo (1-3). El triple cambio que introdujo Ferguson (Scholes, Berbatov y Giggs) justo antes quedó en nada por este detalle. Y de detalles, el fútbol tiene muchos. Ante el Manchester United, Benítez volvió a sentirse cómodo situando al equipo más atrás, siempre junto, siempre solidario, para interceptar y lanzar sus contras.
Iré directo a lo que más de uno debe de temer ahora. ¿Y si toca el Liverpool? ¿Podría repetir ante el Barça lo que le hizo al Madrid? La respuesta la tendría el Barça, no el Liverpool. Por más que te salgan a toda pastilla, por más que te vayan a buscar arriba, por más presión que te den, tú tienes la forma de salvarlo. Y esta pasa con la técnica, el juego de posición y la velocidad que le imprimas al balón.
Un pase rápido y bien dirigido a un compañero que se ofrezca en las ayudas es la única forma de hacer que ellos lleguen tarde y que tú ganes ese medio metro para salir de la presión. Cuando mueves el balón lento, malbaratando tu técnica, acabas por perder el juego de posición. Le ocurrió al Madrid una y otra vez, tanto, que daba igual quién estaba de delantero porque ni llegaron los balones. El Liverpool se convirtió en una apisonadora.
Aplaudo a BenzemaUna reflexión acerca de la decisión de Benzema de quedarse un año más en Lyón. Un tipo listo. Con 21 años, acierta plenamente. Pudo salir hace un año y no quiso. Y ahora vuelve a decir no. O sí, sí a quedarse en un sitio donde está a gusto y valorado. Sí a quedarse en un sitio donde sabe que jugará con regularidad, en su Liga y en Europa, y que jugando con regularidad tiene más opciones de ser mejor de lo que es. Un tipo listo sin duda. Porque seguro que es de los que mira más allá de un gran contrato y de la nueva camiseta que le ofrecen. Seguro que mira quién está ahí, qué competencia tendría y posiblemente cuánto podría acabar jugando. Y no le deben de salir las cuentas.
Malos precedentesCelebro que sea el propio jugador --o quien se lo haga ver-- el que vea que aún tiene cosas por aprender. Y más a su edad. Para mí, como si quiere esperar hasta los 23 o 24. Los grandes clubs están llenos de jugadores con gran porvenir que no han triunfado por llegar demasiado temprano. Yo no sé si el francés acabará siendo una realidad en un grande de Europa, pero su apuesta personal está bien encaminada.