Penya Barcelonista de Lisboa

divendres, d’agost 03, 2007

El año del Dragón


El año del Dragón

El Barça estará en Asia hasta el día 11 cargado de buenos propósitos de cara a la temporada oficial que está a pocas semanas de empezar. Iniciada la gira por el lejano oriente que le lleva primero a Beijing, luego a Tokio y más tarde a Hong Kong, la plantilla azulgrana se dispone a positivizar un 'tour' por Asia de 25.000 kilómetros que, de entrada, ha generado escasa simpatía entre los jugadores.
Pero en una de las cunas de la filosofía y la civilización, bien hará el vestuario en aparcar las quejas y explotar y sacar provecho de la energia cósmica que se respira en estas tierras. Antes de regresar a Catalunya para encarar el tramo definitivo de la pretemporada, al Barça le esperan tres partidos frente al Beijing Guoan (domingo 5, 12 hora española), Yokohama Marinos (martes 7, 12 h.e.) y viernes 10, Mission Hills Invitation XI (14 h.e). En Oriente la palabra 'amistoso' adquiere una significación especial.
En un equipo con tan distintas personalidades y variopintas procedencias es fácil adivinar que hay entre los jugadores aficiones para todos los gustos. Aunque el club justifica en la expansión universal de la 'marca Barça' el viaje al continente asiático todavía no ha llegado el día de fichar a un futbolista chino, japonés o coreano. Todo se andará. Mientras tanto, hay que conformarse con el gusto de muchos jugadores de la actual plantilla por los tatuajes, un legado estético-simbólico ancestral de Oriente (Japón, Borneo, Polinesia, Hawai) hacia Occidente, muy de moda en la actualidad.
Schuster no deja lucirlos
Uno de ellos es Deco, que lució para MD la 'geisha' japonesa que lleva grabada en su espalda. Él también quiere, como dejó claro en su entrevista exclusiva con este diario, que esta campaña le traiga bonanza. Suerte tienen los cracks azulgrana de no tener a Bernd Schuster de entrenador, pues el alemán ha prohibido a los jugadores del Real Madrid hacer ostentación de sus tatuajes; quien los tenga, naturalmente.
Imbuidos en la rica cultura oriental, diremos que el 2007, según la mitología china, es el año del cerdo dorado, periodo de gran prosperidad que ocurre apenas una vez cada 600 años. Lo malo es que el año del cerdo es, a la vez, tiempo propicio para comer, beber, divertirse y ser indulgente con uno mismo, algo que lógicamente no encaja con una rigurosa aplicación del código de conducta que desde este verano impera en el Camp Nou. Al actual Barça le iría mejor fijarse en las cualidades del año del dragón, que coincidió con nuestro 2000: protegía los proyectos ambiciosos y atrevidos, desarrollaba la sabiduría y rechazaba el exceso de estima, algo que para moderar un vestuario cargado de egos iría de perlas, la verdad. Además, el dragón del fuego se teme sobre todo por su furia que, convenientemente dosificada, puede ser una fuente inagotable de éxitos.
En general, lo más recomendable es aplicarse lo que la población china se propone cada vez que celebra la entrada de un nuevo año: "Piensa positivo, ten buenos pensamientos, no hables mal o con palabras vulgares y no regañes". Receta ideal para que el Barça recupere la fuerza y la solidaridad que le llevaron a conquistar dos Ligas y una Champions hace muy poco. Y fue, qué curioso, después de una gira por China