Penya Barcelonista de Lisboa

divendres, de maig 25, 2007

Ronaldinho: "Si paramos de ganar, dejamos de vivir"


Ronaldinho: "Si paramos de ganar, dejamos de vivir"

Risueño y relajado, Ronaldinho Gaúcho (Porto Alegre, R 21/ III/ 1980) disfruta de su vaso de cola y de los últimos sorbos de una temporada repleta de decepciones y marcada por el sufrimiento físico, las críticas y un rendimiento inferior al que el barcelonismo - maravillado en los últimos tres años- estaba acostumbrado.

Sincero y sensible, esperanzado con ganar la Liga, pero consciente de que no se pueden repetir errores, la estrella azulgrana reitera que se queda en el club, desvela que ya soñaba en azulgrana a los quince años y que ansía más victorias porque si no "no puedes salir a la calle".

La Vanguardia almorzó y paseó por la playa de Castelldefels con un Ronaldinho que ansía superarse a sí mismo para volver a lo más alto del olimpo del fútbol. Se ha pasado mucho tiempo sin conceder entrevistas. ¿Por qué?
No me gusta hablar, sólo cuando es necesario. Cuando me piden que salga a hablar en momentos importantes. Para mí, lo importante es hablar dentro del vestuario y estar con mis compañeros y que ellos sepan que estoy ahí, que estoy bien, pero nunca me ha gustado hablar. Mi respuesta a los elogios y a las críticas es dentro del campo, no el hablar cada semana. Siempre fue así. Es mi forma de ser.

¿El alud de críticas ha reforzado ese silencio fuera del campo?
Hay críticas que sirven para algo y hay otras que no, porque vienen de gente que no tiene ni idea de fútbol. Se han de respetar, pero me entran por un oído y me salen por el otro. En cambio, sí hay críticas muy inteligentes que te hacen pensar en lo que puedes mejorar, entonces sí. Lo importante para mí es jugar, no hablar. Pero este año ha visto la otra cara del Barça, la menos agradable.
El fútbol es así en cualquier lugar del mundo. En mi primera temporada, empezamos muy mal y acabamos muy bien. Con muchas victorias, yendo a la Champions. Al siguiente año ya ganamos y al otro, el pasado, más títulos aún. Desde el inicio se fue creando una expectativa y este año, bueno, no das más de ti y viene algo que nadie espera, que es el hecho de jugar en tantas competiciones y no ganar. Es normal que las críticas lleguen.

Una cosa son críticas y otra ataques personales, ¿cómo lo ve?

Eso también existe en todos lados, pero a mí lo que me enfada son las mentiras, cuando empiezan a inventar cosas respecto a ti; eso te duele. Lo que me molestó es que todo el mundo me ve sin camisa todo el rato y luego un día dicen que estoy gordo. Después, que había tenido la enfermedad del beso. Con mentiras así te enfadas.

¿Cómo reaccionó al oír que padecía mononucleosis?
Me enfadé, me molestó y pensé que, si no hacía algo y denunciaba que era una mentira, cada día iban a inventar algo porque yo no salgo a desmentirlo, por eso pedimos una rectificación.

Y lo de estar gordo, ¿por qué?
¡Y qué sé yo! También miré la foto durante diez minutos. Supongo que hay algunos que buscaban excusas para explicar por qué el equipo no estaba ganando.

¿Y si llegan desde el vestuario, como aquella vez de Samuel Eto´o?

Todo el mundo interpretó que era un ataque hacia usted y Rijkaard.
A veces interpretan muy mal lo que decimos y lo utilizan para causar polémica, para dividir al grupo. Yo dije una cosa que luego se malinterpretó, le dijeron que yo había dicho algo, él respondió de otra forma... Él y yo siempre hemos tenido un entendimiento muy bueno. La gente trata de romper todo lo que va bien. Samuel tiene su carácter, pero es mi delantero, es una gran ayuda para mí. Y todo eso siempre sale cuando llegan los malos resultados.
Así es esto. Si hubiésemos ganado..., dirían que esto no tiene que cambiar. Una semana nos decían que éramos sinvergüenzas y a la otra, después de meter seis goles, ya no somos sinvergüenzas.

¿Ha faltado diálogo en el vestuario para que no salieran ciertas cosas?
Diálogo siempre hemos tenido, lo que ha habido son malentendidos que no tienen nada que ver con la realidad. Usted siempre ha atravesado etapas difíciles, al dejar Grêmio, en París...

¿Cómo califica su año?
Yo no hablo sólo de mí, sino del Barça, y digo que está siendo complicado porque teníamos ganas de ganar muchos títulos. Participamos en muchas competiciones, llegamos bien hasta el final y perdimos. No hemos conquistado objetivos. Eso es la parte más dura hasta ahora.

Jugamos como siempre, no aprovechamos las oportunidades y el Sevilla marcó dos goles a la contra, nosotros salimos a atacar y ellos, esperando, marcaron otro gol. El segundo antes del descanso fue una paliza muy grande.

La Intercontinental sí que marca, ¿no? Es una derrota inesperada.
Fue un palo grande, pero todas las derrotas son inesperadas. Cuando tienes un equipo que ha jugado muy bien, que ha ganado torneos importantes y al año siguiente no ganas, es decepcionante, aunque no veo en eso un bajón. Hemos hecho nuestra parte, pero por saber que teníamos tanta calidad dejamos escapar los títulos por mucha confianza que hubiese. Las derrotas son un golpe bajísimo. Llegar a una final y no ganar es duro, porque no sirve todo el trabajo de un año. Ser el segundo y el último es lo mismo.

¿Qué habría hecho para evitar las derrotas?
En las últimas temporadas lo hemos tenido todo a favor, no teníamos ese problema de que los balones no entraran. Este año tenemos quince oportunidades y fallamos, el gol no entra. No es por falta de entrenos. No hay explicación, son detalles. A veces, no es cuestión de entrenar las cosas dos horas más.

¿A usted le suena ridículo lo que se dice de la falta de hambre, de que han muerto de éxito?
¡Pero si nosotros vivimos de las victorias! Si paramos de ganar, dejamos de vivir. Estamos contentos de jugar a fútbol, pero somos felices cuando ganamos. Si no ganas, no puedes salir a la calle; si no ganas, no puedes vivir. Vivimos de las victorias. No hay nada mejor que pasar aquí 10 años y hacer historia con el club y ganar todos los años, pero no siempre puede ser así. No falta hambre. ¿Cuesta ser más feliz este año en el Barça?
Es lógico que cueste, sería perfecto haber estado disputando la final de la Champions, echas la vista atrás y es lo peor. Es imposible ser feliz si no estamos peleando por los grandes títulos.
Físicamente, ¿cuánto ha sufrido?
He sufrido todo el año por falta de una buena preparación. He tratado de estar bien, pero si no empiezas como los demás en la pretemporada, siempre estás detrás del resto. Llegas de Brasil y juegas un partido y al cabo de dos días otro, y no puedes parar y hacer una buena preparación. Este año fue así. Y después del Mundial, más. Tienes vacaciones pero en realidad no tienes vacaciones porque no puedes salir de casa. Te dicen: "Pero si has tenido tiempo para descansar". En realidad, no es así después de quedar eliminado en un Mundial. No saben lo que es. Tienes que intentar volver a la realidad, eso desgasta y no tienes preparación. Este año que viene quiero que sea diferente, quiero prepararme bien, no estar corriendo detrás de todos.

¿Cuáles fueron sus últimas grandes vacaciones?
En el 2005, el año de la Copa Confederaciones la ganamos, pero llegamos a Brasil y en cualquier sitio te decían: "Mira, ahí están los que han ganado", y no podías descansar. Y cuando pierdes el Mundial es al revés: "Mira ahí están los que perdieron". Y no podías salir. Vacaciones sí, pero en un sitio donde a nadie le guste.

¿Sus vacaciones idílicas son...?
No pienso en vacaciones todavía. Se tiene que acabar la Liga, pero entonces me gustaría ir a casa de mis amigos. Ir donde vivía, visitar todo en mi ciudad, llevar a mi hijo para que mis amigos lo conozcan, porque casi ninguno lo ha visto.

¿Y para cuándo el segundo hijo?
(Risas) Todavía no lo tengo pensado, pero me gustaría tener familia numerosa.
Siempre ha dicho que jugar por Brasil es lo máximo. Ahora pide no ir a la Copa América. ¿Es doloroso hacerlo, es necesario?
Era absolutamente necesario. Pedir una dispensa es muy difícil. Lo he pensado mucho, pero toca hacerlo para mantenerme al nivel que estoy, para continuar bien. Si no, es otro año de ir corriendo detrás de los demás y no estar cerca del 100%.

¿Su seleccionador lo entiende?
Yo hablé con la federación y lo haré con él. Creo que el tema está bien encaminado. Ya me he hecho la idea de no ir a la Copa América. ¿Y si alguien dice: "No va porque le han quitado el dorsal 10"?
No tiene nada que ver, independientemente del número, para mí lo importante es ser uno más en la seleçao.Eso no pasa por mi cabeza.

¿Al final, la preparación física es lo que determina hacer más virguerías sobre el campo, algo que se le ha visto menos este año? ¿Es por falta de confianza?
El físico es importantísimo hoy en día, porque yo driblo, pero si luego no tengo fuerza para llegar hacia la portería... Si estoy bien, hago diez o quince jugadas así; si no, no tengo fuerza para concluir la jugada y si la hago, me cuesta recuperarme. Para mí lo fundamental es eso, tener mucha fuerza tras el regate. Si no estoy bien, llegar al área me cuesta una eternidad. Y eso que lleva un año lleno de récords, de goles y asistencias.
El objetivo es volver a hacer todo lo que hacía sin un sobreesfuerzo, sin tener que sufrir. Los planes específicos son duros porque nunca estás con el equipo cuando lo necesitas. Tú te entrenas y te entrenas y a veces tú estás mejor que el equipo o al revés. Nunca estás igual que ellos. A lo mejor es que en los últimos cuatro años ha agotado todo su repertorio de sombreros, elásticas...
Nooooo. Naaada. Naaaaada. No he mostrado ni la mitad. A veces es difícil de encontrar el momento de hacer las virguerías, pero hay muchas. Es difícil ser competitivo de esta forma.

¿A principios de temporada creía que la Liga estaría así de apretada?
Sabía que sería muy complicado. Normalmente es así tras una temporada en la que lo has ganado todo y todos quieren ganarte. Hoy en día, todos vienen a matarnos, todos los días es una final, todos los días tienes que darlo todo. Y cuando no estás preparado, todo no es suficiente para ganar. Pero ahora no pasa por mi cabeza otra cosa que no sea ser campeón. Soy muy positivo. Pero usted aguantó al Barça en ausencia de Eto´o y Messi.
El equipo mantuvo a todo el equipo. Es cierto que a balón parado he tenido un año bueno. Creo que podemos ganar la Liga. Vamos a darlo todo, pero es complicado. Confío en que podemos salir campeones. Sin embargo, no pienso en los otros, ni en dónde pueden pinchar. Ni siquiera veo sus partidos. Me comentan si perdieron, si ganaron. En el último minuto, otra vez en el último minuto (risas).

En este año, ¿qué ha echado de menos?
Los títulos. Lo demás está muy bien. Marco goles, doy asistencias, pero para seguir haciendo historia son precisos los títulos. Y sin ellos uno siente decepción. Se gane o no la Liga, ¿hay que recapacitar para el año que viene?
Lo estamos haciendo cada día que pasa. Nos sentamos y hablamos y no sólo cuando pierdes. Cuando ganamos también hablamos de lo que se tiene que hacer y de lo que no.
¿Algún momento se vio en Milán?
No. (Silencio prolongado) Ni siquiera sé si la ciudad es fea o no.

¿Le ha afectado oír tanto lo del Milan o estaba blindado?
(Seco) Yo no leo nada, ni veo nada, ni escucho nada. Estoy centrado en el fútbol. Ni siquiera mi hermano me dice nada. De hecho, él es el primero que me dice que no me fije en estas cosas, que esté por lo mío.

¿Cuánta verdad hay en la frase de su hermano de que se quedarán muchos años por aquí?
Si lo dice es porque es verdad. Hay que saber interpretar lo que dice él. Yo hablo por mí, hay que preguntarle a él. Ja, ja. Yo quiero seguir en el Barça, soy feliz aquí. Me imagino aquí.
El gran gol de Messi ante el Getafe no sirvió para nada. ¿No siente frustración por ello?
Es duro porque ves goles y éste sí fue fenomenal. Pensamos después de ganar por 5-2 que era el momento de más tranquilidad del torneo, pero perdimos como perdimos. Fue muy duro.

Hace unos meses usted sentenció: "Estaré cuando me necesite el equipo". Después de eso, con todo lo que ha pasado, y no se ha podido estar, ¿qué se siente?
Creo que en el momento en que el equipo me necesitó, estuve, pero no ganamos los títulos. Y cuando eso no llega... He estado, Messi ha hecho un golazo, Valdés ha parado penaltis, Puyol ha recuperado no sé cuántos balones, he marcado muchos goles...

Todo ese trabajo es superior al de los pasados años, pero sin trofeos llegan enseguida las preguntas. Con títulos, sería el mejor año de todos nosotros. ¿Ha fallado el grupo, entonces?
Sin duda, nuestro colectivo dejó escapar lo importante de la temporada. Dejamos escapar los detalles, esos detalles en que fallas y acaba pasando eso. Y así pasa una oportunidad que ya no va a volver nunca más. Eso sucedió este año más de una vez. Y duele. Todas las compasando servirá para el año que viene ser más humildes?
Todo lo que estamos haciendo servirá para el próximo año. Independientemente de estos tres partidos que quedan, hay que buscar la manera de hacerlo lo mejor posible el año que viene. Es posible ser campeones. Si ganamos la Liga, es dar continuidad a una historia.

Pocos equipos han tenido la posibilidad de ganar tantas veces consecutivas. ¿Hasta qué punto es importante que siga Rijkaard en este proyecto?
Para mí es 100% importante. Él ha empezado este trabajo y con su excelente trabajo es clave tener un técnico tan bueno como él.

¿Por qué en Brasil arrastra esa fama de amarelão, de que se achica en los grandes momentos?
Eso son las peticiones que se esfumaron, ver que no estás en la final de la Champions..., que por supuesto no vi por la tele.

Tanto si se acaba ganando la Liga como si no, ¿todo lo que está consecuencias del Mundial, todos los que fuimos allí estamos marcados. El próximo Mundial iremos y si lo ganamos no seremos amarelãos. Todos los que acudimos quedamos marcados, primero por ganar en el 2002 y luego por no ganar. En la seleçao sacar un resultado vale diez veces más que en un partido de club.

Si ganas pero no jugaste bien, tampoco sirve de mucho."En Barcelona me quieren

"Hace diez años que debutó como profesional.Diez años pasaron rápido. Se cumplen a finales del 2007, principios del 2008. Tenía una competición de júniors y cuando volví ya empecé a jugar con el primer equipo. El primer partido fue de la Copa Libertadores contra el Vasco de Gama. Del primer partido me acuerdo de todo. El estadio estaba lleno. Yo saqué el córner, el otro metió el gol, ganamos uno a cero. Empecé ganando. Entonces, Ronaldinho todavía se llamaba Ronaldo.Sí, aún Ronaldo, pero cuando ya me junté con el otro Ronaldo (Nazário da Lima) fui Ronaldinho y ya en 1999 Ronaldinho Gaúcho. En 1998 jugué muy poco con el equipo, alterné con los júniors, entrenaba y viajaba con los mayores. En 1999 ya empecé con ellos, con el Estadual y luego al campeonato Nacional y luego la Libertadores.

¿Su hermana se acuerda del inicio?

[Y Deisi de Assís, presente en la entrevista, pero invisible hasta entonces, interviene a modo de excepción]: "No lo recuerdo tan bien como él cuando debutó. No tenía ni idea de que llegaría tan lejos". Roberto, su hermano, lo tenía claro. Y yo. Roberto era muy bueno, pero tuvo una lesión de rodilla a los 21 años que fue muy dura. Luego se fue a Suiza, pero en Brasil no pasaban ni un partido de la Liga de Suiza. Ahí ganó cosas aunque quedó aislado. ¿Como Romário ya ha empezado a contar los goles que ha hecho en estos primeros diez años de su carrera? Sí, empecé a contarlos, pero sólo desde que soy profesional, no como él, que cuenta incluso los que hizo cuando era infantil. Llevo unos doscientos y pico... para uno que no mete goles no está mal ¿no? ja, ja, ja. Pelé felicitó a Romário y le dijo que le faltaban 228 para igualarlo. Bueno, a cada uno le toca su época. En los diez años que lleva como profesional, ¿cuáles son los personajes que más le han marcado? Hay muchos personajes, como mi hermano Roberto, Valdo...

¿Qué es para usted Roberto, al margen de su hermano? ¿Cómo lo definiría?

Es difícil de decir porque es mi hermano, pero yo diría que es mi padre, mi consejero, mi patrón, mi todo.

¿Qué supone para usted Valdo, su preparador?

Desde pequeño Valdo en el vestuario me enseñaba las cosas, a tocar el balón así o de otra manera. Luego ya empecé a mirar a Romário y a Ronaldo, después comencé a jugar con todos ellos. Miraba también muchos vídeos de jugadores antiguos como Rivelino, Zico, Falcão, Pelé, Maradona… Después los jugadores con los que he jugado también me ayudaron mucho porque yo estaba empezando. ¿Como quién? <>Como Beto, Guilherme, que estuvo en el Rayo, y los de la cantera, como Rodrigo Gral, Carlos Gavián, Tinga, Edu Costa. Luego vinieron Romário, con el que jugué poco, Ronaldo, Álex, Roque Júnior, Dida, Cafú, Roberto Carlos. Con ellos vivías una película anticipada de lo que iba a pasar. Usted tiene una gran relación con el preparador físico de Brasil y del Internacional de Porto Alegre. Paixão me ha visto crecer, desde pequeño, en Grêmio y en la selección. Su mujer es amiga de mi madre. Tenemos mucha amistad fuera del trabajo. Siempre me llama para saber si estoy trabajando, si me cuido, siempre está haciéndome de padre.

¿Qué diferencias hay entre Porto Alegre y Barcelona?

Son muy distintas una de la otra, aquí hay playa. Pero a la vez son parecidas, veo que la gente, aquí y allí, es observadora y cuando te conoce te quiere como a uno más.

¿Y entre el Grêmio y el Barça?

Es diferente. Grêmio es mi eterno amor, adonde siempre soñé llegar. De niño siempre pensaba ser jugador de Grêmio y la seleçao.Pero luego, con 14 o 15 años, veía a mis ídolos, Romário, Ronaldo y Rivaldo, en el Barça, y yo ya me imaginaba con la camiseta azulgrana.