PANORAMA PARA MATAR

PANORAMA PARA MATAR

Xavier Cassadó. Codirector de el Terrat

He preferido enfriarme un poco tras el partido antes de escribir, porque "Vaya una mierda" me parecía un título, aunque elocuente, demasiado barato. Aun así, no tengo palabras.Esto no tiene buena pinta.

El Madrid recuerda la maravillosa segunda vuelta barcelonista del año en que llegó Rijkaard y empezó el círculo virtuoso. Y el Barça se ha convertido en una especie de pelele en caída líbre. Esta visión me resulta desconcertante.

Cada episodio parece tener que dotarse obligatoriamente de un intenso dolor culé y de una satisfacción orgásmica para los madridistas: o nos ha caído alguna especie de malévola maldición o es un castigo divino por algún terrible pecado.

Esta jornada fue un ejemplo.

Olvidemos (lo digo retóricamente porque es imposible) lo del Getafe y centrémonos en la Liga. No solo ganó el Madrid, sino que lo hizo en el último minuto y remontando por dos veces dos goles en contra; no hay guión más sádico contra los sueños blaugrana.

Y ayer, el Barça-Betis también se resolvió del modo más terrible: último minuto y gol en contra, en un partido ganado y requeteganado contra un equipo malo y requetemalo. Uno tiene la sensación de que, por mucho que hagamos, no vamos a poder darle la vuelta a esta tendencia, y que aún empeorará; no sé, igual el Barça vuelve al primer puesto para perderlo en Tarragona, o algo así.

Como si lo de Tenerife nos volviera ahora en contra y tuviéramos que sufrirlo nosotros, como el famoso 5-0 de Romário.Total, el panorama que nos queda es un panorama para matar.

Pero ¿matar a quién? Lo de arremeter contra los jugadores es lo fácil, y que conste que yo también me he puesto rojo de cabreo dos veces en una semana, y que el miércoles no dormí, y que (no lo sé cuando lo escribo pero sí cuando lo lea) ayer tampoco.

Posiblemente sea cierto que el ciclo toca a su fin y que habrá que introducir cambios; pero hoy qué más da.

No creo que éste sea el problema: el problema también somos nosotros.Yo no me siento orgulloso del entorno del Barça, ni de formar parte de él. Creo que, entre todos, hemos conseguido que con el liderato perdido pero con los mismos puntos que el líder, tener esperanza en la Liga parezca incluso ridículo.

Todos nuestros rivales (Madrid, Sevilla, Valencia, Liverpool, Getafe...) tienen algo a lo que hemos renunciado: comunión entre equipo y entorno. Y sin ello, estamos acabados.