FÚTBOL RECREATIVO 0 - BARCELONA 4. El Barça recupera la pegada
El Barça recupera la pegada
El equipo azulgrana, liderado por el empuje de Eto'o, venció lejos del Camp Nou cuatro meses después
Existe un ancestral proverbio ruso que dice que si te tumban siete veces, tú debes levantarte ocho. Pues bien, Samuel Eto’o, en plena fase de renacimiento, parece haberse apuntado a esta máxima. El camerunés lideró la demoledora victoria del Barcelona sobre el Recreativo y demostró que ha recuperado, con creces, su olfato de gol. Una excelente noticia para el equipo azulgrana, que con el triunfo se consolida en la parte alta de la tabla y recupera crédito como máximo aspirante al cetro liguero.
Tras una semana de constantes devaneos con el futuro de sus cracks, el conjunto de Frank Rijkaard completó un buen encuentro sobre el césped del Nuevo Colombino. El técnico holandés dejó probatinas aparte y recuperó el esquema que tan buenos resultados le proporcionó la temporada pasada. Cuatro hombres en defensa, tres peloteros en el centro del campo y el ansiado tridente en la punta de ataque, donde Eto’o ofreció sobradas muestras de su magnífica pegada. Una fórmula que obtendría rápidamente sus frutos. A los dos minutos, el camerunés soltó un potente derechazo que se coló en la portería de López Vallejo tras hacer un extraño y encarrilaba la victoria azulgrana.
El gol del delantero africano dejó muy tocado al Recreativo. Con Uche y Sinama maniatados por Thuram y Puyol, el equipo de Marcelino se convirtió en testigo del parsimonioso hacer de su rival, que buscaba un segundo golpe de efecto. El centro del campo del Barcelona comenzó a carburar y la conexión entre Messi, Ronaldinho y Eto’o recuperó la vertiginosidad de tiempos mejores. El brasileño se atrevió con un cabezazo en el 12’ al que respondió bien el meta onubense, y acto seguido, el decano de la Primera División contestó con un tímido lanzamiento de Aitor que se marchó directamente a la grada. En la jugada posterior, el Recre acarició el empate, pero Barber falló en el control cuando se quedaba solo ante Valdés, que instantes después tuvo que emplearse a fondo para desviar a la madera un ajustado tiro de Jesús Vázquez.
Superado el sobresalto, el Barça volvió a adueñarse del partido. Con el motor engrasado, el equipo catalán trazó una bella jugada en el 39’ que dejó el choque prácticamente sentenciado. Una estética combinación al primer toque entre Ronaldinho y Deco sirvió para que Zambrotta, incorporado al ataque, picase sutilmente el balón ante la salida de López Vallejo y firmase el 0-2. Una soberbia acción que tendría su prolongación dos minutos más tarde, cuando Samuel Eto’o, insaciable, voraz, remachó a la red un centro de Sylvinho desde la izquierda y pulverizaba así las escasas opciones del Recreativo. Dos hermosos minutos de inspiración que devolvían la sonrisa a un líder necesitado de autoestima. Una dosis de confianza para volver a creer en sí mismo.
Monólogo azulgrana
El encuentro entró en unos parámetros beneficiosos para los intereses del equipo azulgrana. De nada sirvió la fulgurante reacción del conjunto onubense en el inicio de la segunda mitad, donde Víctor Valdés volvió a ser decisivo para abortar el levantamiento del Recreativo. El portero azulgrana detuvo un peligroso disparo de Rosu, y poco después, demostró unos reflejos felinos al rechazar un remate a bocajarro de Uche que se colaba en su portería. Una providencial intervención que mantuvo la calma en el seno azulgrana, pendiente desde ese momento de anestesiar el envite y evitar cualquier sorpresa.
La recta final del encuentro desveló algunos detalles significativos. Rijkaard sentó a Ronaldinho cuando restaban más de diez minutos para la conclusión, una decisión que revela el propósito del técnico azulgrana de dosificar a su ‘10’ y que pone de manifiesto el precario estado físico del astro. Y, por otro lado, el estado de gracia de Messi. El argentino, una semana después de ofrecer una exhibición ante el Real Madrid, dibujó otro eslálom que culminó con el esférico en la redes de su rival. Un bonito epílogo a un partido en el que el Barcelona, de la mano de Eto’o, volvió a recuperar la pegada y que confirma el resurgimiento del africano. Como los grandes héroes.
El gol del delantero africano dejó muy tocado al Recreativo. Con Uche y Sinama maniatados por Thuram y Puyol, el equipo de Marcelino se convirtió en testigo del parsimonioso hacer de su rival, que buscaba un segundo golpe de efecto. El centro del campo del Barcelona comenzó a carburar y la conexión entre Messi, Ronaldinho y Eto’o recuperó la vertiginosidad de tiempos mejores. El brasileño se atrevió con un cabezazo en el 12’ al que respondió bien el meta onubense, y acto seguido, el decano de la Primera División contestó con un tímido lanzamiento de Aitor que se marchó directamente a la grada. En la jugada posterior, el Recre acarició el empate, pero Barber falló en el control cuando se quedaba solo ante Valdés, que instantes después tuvo que emplearse a fondo para desviar a la madera un ajustado tiro de Jesús Vázquez.
Superado el sobresalto, el Barça volvió a adueñarse del partido. Con el motor engrasado, el equipo catalán trazó una bella jugada en el 39’ que dejó el choque prácticamente sentenciado. Una estética combinación al primer toque entre Ronaldinho y Deco sirvió para que Zambrotta, incorporado al ataque, picase sutilmente el balón ante la salida de López Vallejo y firmase el 0-2. Una soberbia acción que tendría su prolongación dos minutos más tarde, cuando Samuel Eto’o, insaciable, voraz, remachó a la red un centro de Sylvinho desde la izquierda y pulverizaba así las escasas opciones del Recreativo. Dos hermosos minutos de inspiración que devolvían la sonrisa a un líder necesitado de autoestima. Una dosis de confianza para volver a creer en sí mismo.
Monólogo azulgrana
El encuentro entró en unos parámetros beneficiosos para los intereses del equipo azulgrana. De nada sirvió la fulgurante reacción del conjunto onubense en el inicio de la segunda mitad, donde Víctor Valdés volvió a ser decisivo para abortar el levantamiento del Recreativo. El portero azulgrana detuvo un peligroso disparo de Rosu, y poco después, demostró unos reflejos felinos al rechazar un remate a bocajarro de Uche que se colaba en su portería. Una providencial intervención que mantuvo la calma en el seno azulgrana, pendiente desde ese momento de anestesiar el envite y evitar cualquier sorpresa.
La recta final del encuentro desveló algunos detalles significativos. Rijkaard sentó a Ronaldinho cuando restaban más de diez minutos para la conclusión, una decisión que revela el propósito del técnico azulgrana de dosificar a su ‘10’ y que pone de manifiesto el precario estado físico del astro. Y, por otro lado, el estado de gracia de Messi. El argentino, una semana después de ofrecer una exhibición ante el Real Madrid, dibujó otro eslálom que culminó con el esférico en la redes de su rival. Un bonito epílogo a un partido en el que el Barcelona, de la mano de Eto’o, volvió a recuperar la pegada y que confirma el resurgimiento del africano. Como los grandes héroes.
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