El Sevilla sucumbe en Zaragoza y deja el liderato a tiro del Barça
El Sevilla sucumbe en Zaragoza y deja el liderato a tiro del Barça.
• La furiosa reacción andaluza no bastó para dar la vuelta al marcador (2-1)
Alfonso Hernández. Zaragoza/El Periódico
El Sevilla perdió ayer en La Romareda (1-2) dejando una magnífica impresión. El Barça recuperará el liderato si vence hoy en Getafe, pero la afición sevillista puede estar orgullosa de su equipo, que tuvo una furiosa reacción en la segunda mitad en busca la remontada, después de verse con un 2-0 desfavorable.
El equipo local lo fio todo a la velocidad de sus hombres y dejó que el Sevilla quien llevara el ritmo. La defensa maña amarró a Luis Fabiano y Kanouté y, aunque el Sevilla merodeó el área de César en los primeros minutos, los locales no sufrieron las habituales embestidas sevillistas.
Al contrario, la primera ocasión clara fue para Diego Milito, que no supo definir entrando en velocidad en el área. Pero, a la salida de un córner, Diogo puso la cabeza para desviar mínimamente el balón y batir a Palop (m. 14). Con ventaja en el marcador y una alineación planteada para el contrataque, el partido se ponía perfecto para el Zaragoza, en el que el joven Piqué cumplió a la perfección su labor como mediocentro: cortó por alto, ayudó a la defensa y puso balones largos al primer toque para los delanteros.
MIEDO SEVILLISTA
Apartir del gol, el Sevilla se replanteó su papel y solo atacaba de forma individual, culminando con chuts lejanos. Las internadas de Diogo, la constante presencia de Aimar y la velocidad de los dos puntas eran demasiado peligrosas como para atacar a lo loco. Los andaluces no se atrevían a más y a los aragoneses ya les iba bien así.
El Sevilla inició mal la segunda mitad, dejando huecos en la defensa. Uno de ellos lo aprovechó Diogo para llegar a la línea de fondo y colgar un balón que Diego Milito remató de cabeza contra Javi Navarro. El rechace cayó a sus pies y conectó un chut que detuvo Palop, pero el rechace quedó suelto sobre la línea de gol y el argentino, por fin, pudo marcar su 12° gol en la Liga, con el que iguala a Ronaldinho (m. 51).
El Zaragoza vio un filón por la derecha, pero también lo vio Juande, que quitó a David Castedo, impotente, y reorganizó la defensa, con Poulsen como hombre libre.Entonces sí, el Sevilla tuvo una reacción furiosa, de líder. Dos balones colgados al área supusieron sendas ocasiones para Kanouté y Luis Fabiano. Hasta el final del partido, los del Nervión iban a buscar una y otra vez el gol, que llegó tras una gran combinación entre Maresca, que acababa de entrar por Navas, y Alves.
El brasileño acabó centrando raso al área pequeña y Luis Fabiano empujó el balón a las mallas (m. 70).La zaga del Zaragoza ya no parecía capaz de detener los furiosos envites sevillistas, especialmente los de Alves. El Sevilla tuvo varias ocasiones, pero la más clara vino en un genial pase de Kanouté que dejó a Luis Fabiano solo ante César.
El guardameta rapidísimo, se lanzó a sus pies y evitó el empate.
El Sevilla luchó orgulloso hasta el final, pero los puntos se quedaron en La Romareda.
Un gran partido empañado por la pelea final, a puñetazos, entre Diogo y Luis Fabiano.
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