Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de gener 10, 2010

Messi fue el rey en la isla mágica - TENERIFE, 0 - BARÇA, 5


Messi fue el rey en la isla mágica
No podía ser en otro sitio. En Tenerife, la isla mágica del barcelonismo, cosechó el equipo de Pep Guardiola su primer triunfo del 2010. Y de qué manera. Leo Messi sentó cátedra y su increíble 'hat-trick' fue clave para que los azulgranas conservaran una semana más el liderato (0-5).


Se las prometía muy felices el Real Madrid antes de comenzar el encuentro, pero su gozo cayó en un pozo. Los de Pellegrini cumplieron ante el Mallorca (2-0) y, con los tres puntos en el zurrón, se fueron a los vestuarios soñando con desbancar al Barça. Pero la respuesta del campeón fue contundente. Si alguien desea desbancarle de la primera plaza, deberá luchar hasta la extenuación.

El mano a mano en cabeza está al rojo vivo y todo indica que seguirá siendo así hasta el final. Nadie da su brazo a torcer. El Madrid no falló y el Barça dio un golpe de autoridad después de un inicio de año titubeante -empate ante el Villarreal (1-1) y derrota ante el Sevilla en la Copa (1-2)-, respondiendo con un 0-3 a quienes empezaban a dudar de su hegemonía.

Sin embargo, a pesar de la goleada final, no fue un triunfo exento de sufrimiento. Pep Guardiola arriesgó alineando un once con ausencias importantes. Algunas, obligadas, como la del sancionado Zlatan Ibrahimovic. Y otras, no. Como la exclusión, por decisión técnica, de Piqué -que se quedó en la grada- y de Pedro, que empezó el duelo en el banquillo en el retorno a su Tenerife natal.

Alfaro empezó perdonando

El Barça salió desconectado. Impreciso, perdiendo muchos balones... como si se le hubieran fundido los plomos. Y el Tenerife estuvo a punto de darle un buen susto en un inicio preocupante. Alfaro aprovechó las lagunas defensivas -el tándem Márquez-Puyol tardó en funcionar- para plantarse tres veces solo ante Valdés en el primer cuarto de hora. En la primera, estrelló el balón en el larguero (5'). Y en las dos siguientes, obligó a lucirse al meta azulgrana (7' y 13').

... Y Messi nunca falla

El Tenerife perdonó y lo acabó pagando muy caro. Carísimo. A Alfaro se le mojó la pólvora, pero el Barça tiene en sus filas a un 'pistolero' que nunca falla. El mejor futbolista del mundo, Leo Messi. Y ahí estuvo la diferencia. Con el argentino en el campo, todo resulta más fácil. Sus goles y asistencias fueron, una vez más decisivas. Esta vez fueron dos dianas y un pase de gol. ¿Se puede pedir más?.

El 0-1 llegó en el 35', tras una formidable jugada de Bojan. El canterano, como si llevara toda la vida jugando de extremo, protagonizó una espectacular internada por la izquierda y, tras internarse en el área y llegar hasta la línea de fondo, centró hacia atrás. Messi, entrando completamente solo en el punto de penalty, marcó de chut raso.

El Barça lo dejó todo sentenciado con dos 'latigazos' más antes del descanso. En el 44', Messi lanzó una falta aparentemente inofensiva desde la banda, en los tres cuartos de campo... y Puyol, como un coloso, cabeceó a la red en un grave error de la zaga local (0-2).

¡Bravo, Iniesta!

Sin apenas tiempo para pestañear, segundos después llegó el 0-3. Su autor fue, de nuevo, Messi, pero esta vez todo el mérito fue de Iniesta. La jugada del manchego en el centro del campo fue espectacular. Al más puro estilo Maradona. De donde no había nada, se inventó un gol. Recibió el balón en el círculo central, caracoleó, controló, entró en campo chicharrero... y, rodeado de adversarios, se inventó una asistencia a Bojan, que condujo la contra y, tras plantarse ante Aragoneses, cedió a Messi, que marcó a puerta vacía. Golazo.

Igual o incluso mejor fue el 0-4 (74'). Esta vez, Leo recibió el balón en la frontal, a pase de Bojan... y, como quien no quiere la cosa, se 'inventó' una vaselina que entró por la escuadra. Algo de ver para creer...

Aún llegaría un gol más al filo del final, el que cerraba la 'manita'. Y su protagonista -que no su autor- fue Pedro. El canterano, que había entrado poco antes por Iniesta -y que recibió una cálida ovación de la hinchada local-, condujo una contra, se internó en el área y, cuando se disponía a rematar, Luna le arrebató el esférico... con tan poca fortuna que lo introdujo en su propia portería (0-5, 86').