Plan Messi

Cinco semanas después de lesionarse en el choque contra el Celtic, Leo está de vuelta. En él están depositadas las esperanzas del Barça.

El barcelonismo recibió ayer la mejor noticia que puede desear en estos momentos, una genuina inyección de optimismo en vena: Lionel Messi volvió a la convocatoria de Frank Rijkaard para viajar a Huelva. El astro argentino no está todavía al cien por cien, pero sí que afronta la recta final de su recuperación y los minutos que pueda disputar esta noche en el Nuevo Colombino frente al Recreativo servirán para perfilar una puesta a punto encaminada a que llegue en perfectas condiciones a la cita del 23 de abril contra el Manchester United.Desde que Leo cayó fulminado el 4 de marzo, precisamente en el compromiso de la Champions contra el Celtic, el Barça se ha desinflado hasta el punto que sólo le han llegado las fuerzas para noquear al limitado Schalke 04. El precio ha sido alto pues por el camino se quedaron la Copa del Rey, la mayor parte de su crédito en la Liga y una agria polémica en torno a Ronaldinho que ya tiene prácticamente un pie fuera de la entidad.Ausentes Ronaldinho y Deco, renqueantes Eto’o y Henry, el Barça se había aferrado más que nunca al talento del argentino. Arropado por los pretorianos de la cantera, por Milito y por Touré, Leo tiró del carro hasta que su explosiva musculatura se volvió a colapsar. El silencio helado con el que el Camp Nou acogió sus lágrimas de rabia degeneró en un estado de depresión que se apoderó del vestuario y la grada. Por eso no es extraño que Rijkaard exteriorizara su felicidad ayer, en la rueda de prensa, cuando le preguntaron por la vuelta de Messi, aunque se apresuró a frenar la euforia al advertir que no está en condiciones de jugar los noventa minutos. “No voy a esconder mi alegría de que esté con nosotros de nuevo porque es un jugador muy importante para nosotros, pero sólo se ha entrenado con el grupo tres veces y no me parece lógico que juegue 90 minutos”, recordó el entrenador.El peso específico de Lionel Messi es indudable y así lo reflejan las estadísticas. El argentino ha participado en 32 de los 49 partidos oficiales del equipo. El Barça sólo ha perdido tres de esos encuentros y ha ganado veinte. En cambio, durante los ocho partidos en los que ha estado de baja en las últimas cinco semanas, el equipo ha acumulado las mismas victorias que derrotas (tres) además de sumar dos empates. Si el balance se hace sólo de la Liga, aún es más pobre: una pírrica victoria, dos empates y dos derrotas. El fútbol es un deporte colectivo en el que los triunfos se forjan en base al trabajo colectivo pero se deciden gracias a la calidad de las estrellas para desequilibrar. Y Leo se convirtió, hace ya tiempo, en el futbolista más determinante de la plantilla. Pese a las dos importantes lesiones musculares que ha sufrido durante esta campaña, se mantiene como el máximo goleador de la plantilla con quince dianas entre todas las competiciones. Además, hay que sumar ocho asistencias de gol que ha repartido para sus compañeros. El más beneficiado hasta el momento ha sido Samuel Eto’o, al que le ha dado cuatro de esos pases decisivos. El objetivo ahora es conseguir que Messi pueda superar su tendencia a sufrir lesiones musculares. El primer paso fue liberarle de la ansiedad por jugar que siempre ha demostrado y no permitirle que fuerce su reaparición de una manera precipitada. El día 3 de abril el delantero de Rosario regresó de Argentina y lo primero fue que quería jugar ese fin de semana frente al Getafe. Los técnicos y los médicos del Barça le frenaron. Ayer Rijkaard insistió en esta idea. “Tiene que ser consciente de que juega un partido después de cada partido y debe trabajar para que esté bien y podamos disfrutar de él durante dos o tres años sin lesionarse”.Leo se reincorporó a los entrenamientos con el grupo a mitad de esta semana y el jueves pasado ya completó toda la sesión al mismo ritmo que sus compañeros. Ahora sólo resta tener minutos de rodaje para recuperar el punto de forma ideal. El choque de esta noche en Huelva y el derby frente al Espanyol de la próxima semana tienen que servir para que el astro argentino recupere ese ritmo competitivo a tiempo para disputar las semifinales de la Champions.