Giovani, nace otro fantástico

Giovani, nace otro fantástico

Fue como salir de un mal sueño. El Gamper con el prólogo más triste, un silencioso y profundo recuerdo a la memoria del vicepresidente Casaus y el jugador sevillista Puerta, acabó de forma brillante. Hinchando de moral e ilusiones al barcelonismo tras comprobar como el equipo azulgrana apalizaba al Inter de Milan por un contundente 5-0.
El paralelismo y la evocación eran inevitables. Si el Gamper'2005 fue el de la eclosión de Messi, dos años después tomó el relevo el mexicano Giovani dos Santos, otros espectacular producto de la fábrica azulgrana. Justo horas después de jurar la Constitución y obtener la nacionalidad española, Giovani ponía de pie el Camp Nou con dos acciones centelleantes en un abrir y cerrar de ojos. Provocó un claro penalti, que transformó Ronaldinho, y marcó un espléndido 2-0 sobre servicio de Touré Yaya, otro de los grandes triunfadores del primer tiempo ya que hizo el 3-0, con que se alcanzó el descanso, con un disparo desde la frontal del área absolutamente imparable. La superioridad del Barça sobre el Inter fue abrumadora. Sólo las felices intervenciones del meta Toldo impidieron que el marcador alcanzara registros escandalosos en el primer tiempo. Rijkaard puso en escena un equipo experimental, muy diferente al del Sardinero en el que los debutantes salieron a conquistar a la afición y los descartados en el once inicial de Santander, a reivindicarse. Esta combinación nos dio un Barça serio, motivado y con profundidad.
La segunda parte, con un sustancial carrusel de cambios y posiciones, no fue tan intensa pero sirvió para redondear la 'manita' sobre los italianos. Arrancó con infortunio ya que Eto'o se lesionó en su primera intervención. Rijkaard optó por la retirada y entró Motta lo que parecía restar poder ofensivo pero en poco momentos Messi combinó con Iniesta haciendo estragos en la defensa del Inter y permitiendo al manchego conseguir el 4-0. Debutó Milito y volvió a producirse la mezcla motivadora de jugadores debutantes, otros discutidos y otros inéditos en Santander. Todos quisieron conquistar a la 'parroquia' y Motta, que tiene un pie más fuera que dentro, redondeó la manita con el quinto gol en un testarazo impecable a la salida de un córner. La felicidad del barcelonismo fue completa. Todos confirmaron que hay mimbres de sobras, sólo falta que se conjuren y se lo propongan.
Está claro que los encuentros amistosos pocas veces dan la medida competitiva de un equipo pero los indicios son muy buenos. El Inter vino a cumplir un 'bolo' y ya se sabe que los italianos sólo aparecen de verdad en los momentos serios. Ni por solera ni por el prestigio de sus individualidades estuvo a la altura de lo esperado. El Barça fue demasiado para los pupilos de Mancini, que seguramente hubiera sido feliz pescando tres o cuatro fichajes de las filas azulgrana para su multimillonaria plantilla.
El Gamper de Giovani, de los inolvidables Casaus y Puerta, del debut de Touré, Henry, Abidal y Milito fue también el del reencuentro con Deco y quizá de la despedida de Motta. Lo hizo con gol. Siempre es un detalle