ENTREVISTA CON EL SECRETARIO TÉCNICO DEL BARÇA
Begiristain: "Habrá más control, pero no vamos a poner un policía a cada jugador"
El Barça se pone hoy en marcha marcado todavía por el fracaso de la pasada temporada pero bajo el creciente entusiasmo provocado por las caras nuevas: Henry, Milito, Abidal y Touré.
Txiki Begiristain, el responsable de esta obligada renovación, espera que el equipo no caiga en los pecados que le condenaron. Dentro y fuera del campo. Habrá más control, aunque tanto él como Rijkaard confían en la respuesta del equipo. Pero quien se salte las reglas, lo pagará.
--¿El Barça de hoy sería diferente en cuanto a los fichajes si se hubiera ganado la Liga?
--No. Sería el mismo. Lo que no podemos olvidar es el análisis de toda la temporada y eso nos lleva a hacer este cambio también ganando. En los dos últimos años, hemos ido retocando detalles porque el equipo se merecía confianza y no necesitaba cambios drásticos. Pero nos hemos dado cuenta de que ahora sí y hemos fichado jugadores consolidados que influyan directamente en una posible alineación titular.
--De todos modos, ¿cuántas veces ha pensado en el gol de Tamudo?
--El gol de Tamudo me lleva a pensar en el gol de Sobis del Betis. Y el gol de Tamudo y el gol del Sobis me llevan a Getafe, al 4-0. Cuando vimos que el equipo no fue capaz de reaccionar en el descanso con un 2-0 y jugándose una final de Copa, nos dimos cuenta de que los problemas continuarían. Y así fue. En el último mes, sufría, era vulnerable e incluso se le veía que jugaba angustiado.
--¿Cómo se llega a esa situación?
--Trabajas con personas que van creciendo, que ganan títulos, y es fácil caer en el exceso de confianza. Y no hablo solo de los jugadores, también me incluyo a mí. Tienes la sensación de que el equipo es tan fuerte, es tan bueno, que dices: "Vale ahora estamos así, pero al final acabaremos ganando". Y también pensamos que cuando Etoo y Messi se recuperaran llegaría el acelerón y no llegó.
--Hubo una autocrítica general, sobre todo, por parte de Rijkaard, de Laporta y de usted, incluso por encima del propio equipo. Falta ver si la plantilla ha captado el mensaje.
--Es lo primero que tenemos que comprobar y enseguida. Esperamos una reacción, a ver si existe ese sentimiento de culpabilidad en el equipo, si somos conscientes de que lo hemos hecho mal y no por falta de calidad. Tenemos que recuperar la intensidad, el trabajo, la ilusión, las ganas de triunfar y de agradar. Si hay algún jugador que no responde, que no tiene ese sentimiento, entenderemos que ya no va poder progresar. La reacción ha de ser inmediata. Lo que la gente esta esperando no es más calidad, sino intensidad en el trabajo. En una palabra, actitud.
--Al presentar los fichajes, sobre todo con Milito, se ha insistido en que son piezas importantes en el campo pero también en el vestuario.
--Es verdad porque también nos hemos fijado en ese aspecto. Pero al final la responsabilidad tiene que partir de cada uno. Que cada jugador reaccione ante lo que ha sucedido. Y a partir de ahí, la gestión que hace el propio vestuario también llegará. Y se estará mucho más atento a todo, a cada detalle, a cada minuto. Mucho más encima. Probablemente ganando la Liga alguno aún podía tener dudas, pero con lo que ha pasado hemos quedado en evidencia. Sales de Barcelona y todo el mundo dice que hemos tirado la Liga, que la hemos perdido nosotros y eso duele.
--Se habla mucho del código interno, como si fuera a convertirse en la 'Biblia' del vestuario.
--Lo único que ha sucedido es que durante tres años hemos vivido sin sanciones económicas. De lo que se trata es de vivir en el orden natural que tiene cualquier club. El que el día antes del partido pidamos que cenen en casa o que 48 horas antes del partido no salgan, son cosas que siempre han existido. Cumplir eso nos tiene que dar calidad en el entrenamiento del día siguiente. Habrá más control, pero no será un estado de excepción. No vamos a poner un policía siguiendo a cada jugador. Pero cada uno debe ser consciente de lo que se juega.
--Pero este año también había en juego muchas cosas, y más de un jugador se ha saltado ese orden.
--Lo que tenemos que intentar es que cada uno llegue al día siguiente en las mejores condiciones y saber cuando uno puede hacer según qué cosas y cuándo no. Pero también es verdad que ahora va a haber un órgano sancionador en las faltas graves, que puede ser responsabilidad del club, o del propio vestuario. Es una decisión que tienen que tomar ellos, que se autorregulen en cuanto a horarios, en su día a día. Es una posibilidad, aún no está decidido. Pero, sea quien sea, hay cosas que no se pueden dejar pasar.
--¿Hasta qué punto es importante el papel de los capitanes? Cruyff, por ejemplo, les responsabilizó de ese desorden interno. ¿Habrá cambios?
--Lo decidirá la plantilla o el entrenador. Le doy mucha importancia al papel de los capitanes pero también al trabajo en grupo. A veces no es suficiente con tres capitanes y hay que trabajar con una comisión de cinco jugadores con los que vas discutiendo el día a día o situaciones que se van dando. Y lo vamos a hacer. Que la plantilla forme una especie de comisión de trabajo, que le represente y con la que podamos tratar de todo lo que afecta al equipo. Ha de ser un grupo que tenga influencia en todo el vestuario. Para nosotros, va a ser un tema fundamental.
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