Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de novembre 05, 2006

Deportivo y Barcelona firman tablas en un duelo con dos caras (1-1)

Desde las gradas del estadio de Riazor se podían leer pancartas de apoyo para Carles Puyol. En el terreno de juego, los jugadores del Barça han lucido brazaletes negros. Éstos han tenido una doble significación de luto. Por un lado, por el padre de Carles Puyol, que murió el viernes, y por otro, por el hermano del ex jugador Gerard López, el también ex jugador del Barça Sergi López, que ha muerto este sábado.

A Coruña. (EFE).- Deportivo y Barcelona firmaron tablas en un encuentro táctico en la primera media hora y muy vivo en la segunda parte, en el que los catalanes se adelantaron con un penalti transformado por Ronaldinho y que los gallegos igualaron con otra pena máxima, esta vez inexistente.
Ambos equipos plasmaron en el césped de Riazor dos estilos antagónicos, dos formas distintas de buscar el mismo objetivo, el de la victoria, que los azulgrana trataron de conseguir con su fútbol dinámico y los blanquiazules con el sistema destructivo de Joaquín Caparrós hasta que se vieron en desventaja.
Los futbolistas de Frank Rijkaard querían dedicar el triunfo a su capitán Carles Puyol, que perdió el viernes a su padre y no pudo jugar ante el Deportivo, y asumieron la iniciativa en el juego, pese a la baja de Xavi, pero se encontraron con un equipo replegado, dispuesto para evitar el fútbol creativo del Barcelona.
Caparrós reforzó la contención con un central, Arbeloa, pendiente de Ronaldinho en el lateral derecho, con Capdevila, que se recuperó a tiempo de una sobrecarga, atento a Leo Messi en el izquierdo, y con ayudas constantes en el centro del campo.
La estrategia del Deportivo frenó el potencial ofensivo del Barcelona, e incluso le dio la oportunidad de tomar ventaja en el marcador con ocasiones de Arizmendi y Verdú, que se quedaron sin fuerza en el momento de rematar a la portería defendida por Víctor Valdés.
El Barcelona no perdió la paciencia, aunque seguía sin hacer daño al Deportivo, que logró que Messi, Ronaldinho e Iniesta pasaran prácticamente desapercibidos hasta que Saviola, el descarte de pretemporada que fue titular en Riazor, empezó a descolocar a la zaga gallega.
Una aproximación del internacional argentino rompió el trabajo defensivo del equipo coruñés a seis minutos para el descanso, cuando fue derribado en el área por el onubense Juanma, acción que el colegiado Medina Cantalejo condenó con la pena máxima, transformada después por Ronaldinho.
El penalti sacó de la cueva al Deportivo en los últimos minutos del primer periodo, en los que Lopo, impresionante en defensa, estuvo a punto de lograr el empate y el poste de Aouate repelió un disparo envenenado del portugués Deco.Caparrós dejó en la caseta a Fabricio Coloccini en el descanso, y el Deportivo, con Juan Rodríguez en el medio del campo, siguió sometido a la voluntad del Barcelona, aunque con tímidos intentos por restablecer la igualada.
Se animaron los gallegos con el paso de los minutos, aunque el mayor peligro lo generó el conjunto de Frank Rijkaard en una jugada personal de Iniesta, que se encontró con Aouate en el mano a mano, y que concluyó con un remate de Saviola salvado por Juanma sobre la línea de gol.El equipo coruñés sacó toda la artillería, trató de romper al Barcelona con los cambios, y se encontró con el premio gracias a un penalti inexistente de Edmilson sobre Verdú que lanzó el uruguayo Estoyanoff, desvió Valdés y Juan Rodríguez acabó transformando.
El empate dio un nuevo impulso al partido, loco, con un irreconocible Deportivo, mucho más ambicioso de lo habitual, que arrinconó al Barcelona por momentos, aunque los catalanes siguieron llevando peligro a ráfagas, con las combinaciones de Ronaldinho y Messi, pero el resultado no se vio alterado.